'Invasión secreta', ¿quién es quién?

‘Vengadores desunidos‘ sólo había sido el comienzo. Dispuestos a revolucionar el universo Marvel sacudiendo a conciencia sus cimientos, Brian Michael Bendis y Mark Millar habían continuado el desmontaje iniciado por el «final» de los Vengadores con una serie de movimientos encaminados a desencajar lo que los lectores habíamos conocido desde que éramos unos enanos y ya dábamos por hecho. Y así, sin poder recuperar el aliento, veíamos cómo la práctica totalidad de la población mutante desaparecía en ‘House of M‘ gracias a la historia cosida por Bendis y el gran Olivier Coipel, y cómo Millar y Steve McNiven resquebrajaba la unión de los héroes en la fundamental ‘Civil war‘.

Pero antes de que la era oscura que supondría la llegada de Norman Osborn al poder se afianzara y Marvel fuera, poco a poco, viendo la luz al final del túnel, Bendis asestaría el golpe definitivo de gracia al degradado tejido que la guerra civil superheróica había legado, abonando el guionista con la adición de la amenaza Skrull el extremo clima de desconfianza mutua que existía en ese momento entre los superhéroes afiliados a la Iniciativa de Tony Stark y la no aceptación del nuevo status quo que representaba un pequeño grupo de héroes con Luke Cage al frente.

‘Invasión secreta‘ llegaba pues en el peor —o mejor, desde el punto de vista del lector, claro está— momento posible para los héroes marvelitas, demostrando la habilidad del guionista de ‘Powers’ para escribir un cómic vibrante que, como en otras ocasiones, bebe directamente de la inagotable fuente que siempre parece ser el nacimiento de la Marvel moderna de manos de Lee y Kirby. Con la sencilla premisa de partida de la que echa mano el guionista para plantear el acontecimiento (que no es más que el hecho de que muchos de los héroes de la editorial han sido suplantados por Skrulls y nadie puede saber a priori quién es quién), la extensión de ocho números en la que se plantea ‘Invasión secreta’ resulta por momentos excesiva, haciendo gala Bendis de su temida descomprensión narrativa para plagar cada uno de los ejemplares con páginas y más páginas de espectaculares batallas y grandilocuentes diálogos que, en la mayoría de los casos no llevan a ninguna parte.

Sin que ello suponga una molestia directa a la hora de disfrutar de la lectura —a fin de cuentas, de vez en cuando son necesarias estas historias de tortas por todas partes— lo que si discurre por senderos algo tortuosos es la narrativa de Leinil Francis Yu, un dibujante bastante efectivo al que no obstante le queda algo grande la tarea de plasmar de forma clara tanta batalla, resintiéndose el natural fluir de los acontecimientos narrados por Bendis debido a un storytelling que obstaculiza la comprensión de lo que está pasando.

Pese a dicha traba, ‘Invasión secreta’ es una muestra espléndida de lo que Marvel supo llevar a cabo durante los años en los que Bendis y compañía dictaminaron los designios de la editorial en una trayectoria envidiable que, desafortunadamente, forma parte del pasado. ¿Será capaz la editorial de encontrar de nuevo su camino? ‘Nuff said!!!!