Hablar de Hulk es hacerlo, inevitablemente, del guionista que mayor huella ha dejado en la historia del personaje: Peter David. El de Maryland permaneció doce años al frente de un título al que, no solo insufló nueva vida y aires renovados, sino que lo hizo uno de los más destacados de cuantos publicaba por entonces La Casa de las Ideas. Si ya sorprendió a propios y extraños el giro que le dio al personaje hasta convertirlo en Mr. Fixit, esperen a leer todo lo que acontece en esta nueva entrega. ‘Marvel Héroes El Increíble Hulk de Peter David Volumen 3: Dentro del Panteón’ recoge los tebeos que se nos vienen a la cabeza al escuchar el nombre de David, unos relatos que, tras cuatro años de permanencia en la colección, alcanzaban un nivel mayestático y no hacían más que presagiar la grandeza que se nos venía encima. La saga en Las Vegas fue una apuesta de lo más arriesgada, su llegada a la cabecera mensual tenía lugar en un momento crítico para el personaje, sin estar asegurada la continuidad y con el fantasma de la cancelación acechando a la vuelta de la esquina por lo que tenía mucho que ganar y poco que perder. Aún así la jugada le salió perfecta y el asunto Mr. Fixit se convirtió en el revulsivo que todo el mundo exigía. Todo ello con un dibujante como Jeff Purves cuyo estilo y limitación no ponía las cosas precisamente sencillas.
Ahora tocaba cambio en el apartado artístico de la serie con la llegada de un canadiense poco conocido pero con un estilo lleno de potencial: Dale Keown. No tenía un currículum precisamente llamativo, sus trabajos se resumían en varios tebeos para la editorial Aircel Comics y apariciones esporádicas en títulos como ‘Nth Man‘. Poco a poco fue ganando en confianza y casi sin darnos cuenta terminó por explotar con coloso esmeralda. Tenemos un guionista cuya propuesta literaria es sobresaliente y un ilustrador cuya evolución es continua y palpable número a número. ¿Qué podía salir mal? Absolutamente nada. David tenía muy claro qué quería hacer en esta etapa y, sobre todo, los elementos que iba a usar para llevarla a buen puerto. Un Hulk errante perseguido por la ley, un espacio interior donde conviven los distintos aspectos de su personalidad, el regreso de Betty y Rick Jones o la presencia recurrente y definitiva de Marlo. Todos ellos van a interactuar entre sí para construir una suerte de soap-opera y sit-com cuya finalidad va a estar a medio camino entre la molonidad propia de un cómic de superhéroes de gran calidad y la comedia más desternillante con la que vamos a reír de lo lindo en más de una ocasión. ¿Ven? Es imposible que algo se desviara del buen camino. Los continuos momentos para el recuerdo aportaron lo suyo para que esta etapa fuera creciendo de manera exponencial y se convirtiera en el clásico moderno que es.
Pero claro, no todo van a ser risas y diversión. El contrapunto lo pone todo el aspecto psicológico que David imprime al personaje principal, esa parte interior que, a la postre, resulta tan interesante como el festival de acción y frenetismo de las escenas de tollinas. Ese conflicto de la personalidad de Banner se desatará en el mítico episodio de la sesión de terapia donde se profundiza en los maltratos sufridos en su niñez, aportando distintas capas que terminarán confluyendo en una personalidad nueva y definitiva. Un salto de nivel en cuanto a fortaleza, inteligencia y arrogancia que le servirá para hacer frente al Panteón, una oscura organización formada por inmortales que se mueven a nivel internacional cuyos intereses resultan tan opacos como los secretos que ocultan. Conspiraciones y profecías, las últimas piezas de un puzle que no puede resultar más atractivo de cara a un lector que devorará las casi setecientas páginas que componen el presente volumen en busca de respuestas que puedan arrojar algo de luz a tantas incógnitas. David no solo brilla en esta portentosa saga, sus historias autoconclusivas funcionan igualmente bien, dejándonos momentos gloriosos con temas de fondo tan variados como la Navidad, la pena de muerte o las dudas éticas. Los lápices de Keown contarán con dos entintadores bien distintos, Bob Mcleod y Mark Farmer, siendo el segundo de ellos con el que alcanzará el estilo más reconocible y un trazo de mayor calidad, consiguiendo un impacto visual inolvidable. Una auténtica maravilla a todos los niveles por la que no parece pasar el tiempo y que gracias a Panini la podemos disfrutar, otra vez, en una edición inmejorable.
Hulk de Peter David 3: Dentro del Panteón
- Autores: Peter David, Dale Keown et al.
- Editorial: Panini
- Encuadernación: Cartoné
- Páginas: 664 páginas
- Precio: 55 euros