‘Hit-Girl en Roma’, el mejor arco

El mejor hasta el momento, cabría precisar…

Con seis arcos argumentales publicados hasta la fecha al otro lado del charco —a este que nos ocupa hoy siguen uno que sitúa a nuestra particular heroína en Hollywood, otro en Japón y el que actualmente se publica que la ha llevado a la India—, y considerando que todos ellos son completamente independientes y sólo tienen como denominador común a Mindy y a sus ansias por impartir justicia —y cercenar miembros— en el punto del globo terráqueo que haga falta, es opinión de este redactor que quiénes mejor han sabido entender lo que este desenfadado proyecto del Millarworld requiere han sido los brasileños Rafael Scavone y el gran Rafael Albuquerque, del que hablábamos hace unos días con motivo de la reseña que dedicábamos a ‘Prodigy’.

De hecho, en términos visuales poco podemos añadir a lo que comentábamos entonces —o lo que hemos comentado cada vez que el artista de ‘American Vampire’ ha aparecido por estas mismas líneas— sobre la prodigiosa narrativa de un dibujante que sabe cómo ser espectacular sin perder el norte de la claridad expositiva y que conjuga dicha considerable virtud con una aún mayor, la que dimana de la extrema expresividad de sus personajes: esas dos cualidades, unidas a una sensación constante a lo largo de la lectura que incita a pensar en lo muchísimo que se han tenido que divertir los dos autores a la hora de plasmar esta incursión de Hit-Girl en la ciudad de las siete colinas, sienta de maravilla a una colección en la que, sinceramente, servidor no confiaba en exceso por cuanto parecía tener más de maniobra comercial —que lo tiene, cuidado— que de otra cosa.

Pero, como digo, lo extremo y bestial del discurrir de una historia que enfrenta a Mindy con una villana que parece salida de la imaginación de Garth Ennis —a su manera, a la némesis de la protagonista en estos cuatro números podríamos habérnosla encontrado perfectamente en ‘Predicador’—y que tiene la mala baba propia del guionista irlandés, hace que la percepción final sobre el volumen publicado por Panini huya de reflexiones acerca de la apreciación del mismo como un burdo sacacuartos y nos deje un inmejorable sabor de boca a los que, con tantas páginas ya dedicadas a ella, todavía no nos cansamos de la que en su momento compartió aventuras con Kick-Ass…cuya nueva versión también está resultando de lo más estimulante. Pero de eso ya hablaremos a la vuelta de las vacaciones Navideñas.