‘Hellblazer de Paul Jenkins Volumen 1’, el personaje sigue en racha

Esta nueva entrega de la colección encargada de recuperar la serie Hellblazer en su totalidad es bastante importante por varias razones. La primera, y quizás más importante, es el hecho de ver que cada dos meses podemos encontrar un nuevo volumen en nuestras librerías. Parece una tontería pero un proyecto como este (poner en circulación 300 números no es tema baladí) necesita del apoyo necesario para que no se quede en un intento, tiene que llegar a buen puerto. El segundo motivo es poder disfrutar de unos tebeos que aquí en nuestro país no llegaron a ver la luz, ya que la edición de Norma no cubrió en su totalidad esta magnífica etapa.

‘Hellblazer de Paul Jenkins Volumen 1’ se centra en las entregas que siguieron a los comics guionizados por Garth Ennis, otorgándole el nuevo escritor una nueva mirada que se alejaba bastante de todo lo que habíamos leído hasta ahora de nuestro bastardo favorito. Le tocaba a DC lidiar con una de esas situaciones difíciles ya que encontrar un relevo que estuviera a la altura del irlandés no iba a ser tarea fácil. Tras una breve estancia de Eddie Campbell, Paul Jenkins llegaba a la cabecera para sumergir al bueno de Constantine en toda la mitología autraliana, algo que marcaría las pautas a seguir durante su larga estancia en el título de Vertigo.

Lo primero que hizo Jenkins fue introducir un buen número de secundarios, personajes nuevos que dieran pie a situaciones extremas, ya saben, mejor no acercarse demasiado al mago urbano porque las cosas no suelen acabar bien. Vayan familiarizándose con el punk Rich y su familia, con el mojigato Straff o el médium Weeble. Todos ellos se verán salpicados, voluntariamente o no, por todo lo que conlleva ser amigo de John, ese imán de todo tipo de desgracias e infortunios. Entre todo el maremágnum sobrenatural, Jenkins, aprovecha para introducir algo de crítica social, elemento que siempre estaba presente al principio de la serie pero que poco a poco se fue diluyendo.

El guionista encontrará la inspiración en los rincones mágicos de Inglaterra como por ejemplo la ciudad de Abaton, urbe donde viven todo tipo de seres primigenios y mitológicos. Pero no será lo único ya que también conoceremos más sobre la historia desconocida de Gran Bretaña, esa que no aparece en los libros e incluso echaremos un vistazo al pasado familiar del embaucador. El trabajo de Jenkins resulta todo un acierto, intenta continuar con el tono “principal” de la serie pero, a la vez, imprime su sello, ese punto que le diferencie de todo lo que se ha visto hasta ahora pero que siga siendo respetuoso con los aficionados.

Y el complemento perfecto viene de la mano de Sean Phillips, un autor cuyo estilo se adapta a cualquier guionista pero que, en este caso, no puede transmitir mejores sensaciones. Sus lápices nos muestran todo tipo de paisajes y personajes con una simpleza y maestría que resulta insultante. Esperemos que la cosa siga igual de bien para los chicos de ECC ya que una empresa como esta debe contar con el apoyo necesario y, hasta ahora, lo están haciendo de diez. Únete a la causa.
[Grade — 9.50]