Después de llevar cinco lustros leyendo todo lo que ha caído en mis manos, pasando de sólo hacerle arrumacos al cómic yanqui a abrazar desaforadamente toda clase de propuesta en narrativa secuencial y de tener una colección que —y no os exagero— algunos conocidos se han apresurado a calificar como una «biblioteca», creo que estoy en posición de poder afirmar que he desarrollado una suerte de sexto sentido para esto de los tebeos, una percepción basada exclusivamente en la experiencia que suele servirme de forma fiel cuando he de apostar por alguna compra a ciegas, esas que se hacen sin tener ni pajolera idea acerca de la calidad del producto a adquirir y que, en el caso de los tebeos, se fundamenta únicamente en las páginas del título en cuestión que uno pueda encontrar por ahí dispersas en la red de redes.
No es infalible, y de cuando en cuando suele reservarme alguna sorpresa desagradable quizás para recordarme que eso de las percepciones no son más que bobadas sin fundamento científico y que, por mucho que la experiencia sea un grado siempre hay margen para el error. Un error éste del que, afortunadamente, no hay ni rastro en las portentosas y alucinantes páginas con las que se nos descubre Álex Sierra, un artista salido de las fecundas aulas de la Escuela Joso que, junto a su hermano Sergio y de la mano de Yermo, nos hacía llegar el pasado mes de marzo el primer volumen de ‘Hel’Blar’, una soberbia fantasía vikinga que se ha colocado de pleno derecho entre mis historias favoritas de los bárbaros norteños por muchas y muy diversas razones.
Una de ellas, quizá la que menos tenga que ver con su calidad real, pero que ha llegado a mi corazoncito «friki» es que los hermanos nombren en su dedicatoria inicial al inconmensurable Basil Poledouris y citen entre las referencias que manejaron durante la elaboración del álbum a ‘El guerrero número 13’. El primero, al que tuve la inmensa fortuna de conocer en persona de forma muy cercana allá por 2006 en la segunda edición del Festival de Música y Cine de Úbeda, era uno de los mejores compositores que conoció el Hollywood de los ochenta, y leer ‘Hel’Blar’ al ritmo de sus compases para ‘Conan el bárbaro’ es una experiencia más que recomendable. La segunda, mi producción cinematográfica favorita sobre vikingos y acaso la mejor cinta de aventuras de los noventa, es una de esas referencias que uno siempre tiene en la punta de la lengua a la hora de recomendar buen cine, y que fuera lo último que dirigió John McTiernan que realmente valió la pena antes de su affair con el FBI, le confiere un valor añadido.
Con tales mimbres de partida, y valorando lo que las páginas de ‘Hel’Blar’ ofrecen al lector, hay en las planchas de Álex Sierra notables influencias de uno de los mejores artistas que hoy en día pueblan el macrocosmos del tebeo francobelga. Uno con el que el español comparte nombre y que, además, cuenta en su haber con otra historia enraizada en la mitología nórdica que es puntal del mundillo. Me refiero, cómo no, a Álex Alice y su ‘Siegfried’: ya sea en el trazo suave del español, en la forma de definir a los personajes, en el planteamiento de la página, en cómo coreografía la acción, en la manera que se rinde a una puntual espectacularidad —la doble página en la que se ve al grupo de protagonistas al completo es una auténtica gozada— y en el tratamiento que da al soberbio colorido de sus planchas, hay mucho Alice en el trabajo de Sierra.
Eso no quiere decir, ni muchísimo menos, que haya que desdeñar por mera imitación a lo que el español pone en juego aquí. Antes bien, lo que consigue Álex Sierra aquí no estaría al alcance del mero mortal que quisiera imitar un estilo concreto, y el despliegue de talento gráfico que contienen las 56 páginas del álbum es una afirmación categórica acerca del fecundo futuro que le auguramos desde aquí al artífice de uno de los mejores títulos de tebeo europeo que hemos tenido la fortuna de tener en nuestras manos en este 2017.
Naturalmente, en ello también tiene mucho que ver lo que mi tocayo hilvana en un guión que, con todas las referencias que cita en las páginas de material extra añadidas al final del álbum, tiene un incuestionable aire de frescor que barre de un soplido todo aquello de familiar que, en un momento u otro, puede asaltar nuestra memoria. Vale que la premisa de partida es muy similar a la de la cinta protagonizada por Antonio Banderas —un grupo de 13 vikingos que se enfrenta a una amenaza de origen desconocido— pero la forma en que discurren una historia y otra es tan diferente que dicha similitud se queda en lo anecdótico, sobre todo cuando uno ha de valorar la fortaleza de la definición de personajes, las muchas y muy precisas referencias a la mitología nórdica —que nunca parecen impostadas— y lo asombroso de la componente sobrenatural que lo invade todo. Una que no se ciñe al guión ni al dibujo y que sirve para calificar a un álbum que, esperemos, no tarde mucho en encontrar una continuación que ya se espera con ansia.
Una aclaración de última hora: el entrecomillado de «ópera prima» se debe a que, si bien ‘Hel’Blar’ es la primera obra de los hermanos que vemos publicada en España, no es así en Francia, donde ambos consiguieron que la extinta 12bis les editara en 2013 un primer y único álbum titulado ‘Yôkai: La conspiración Heike’.
Hel’Blar. Los cazadores de Draugar
- Autores: Alex y Sergio A. Sierra
- Editorial: Yermo Ediciones
- Encuadernación: Cartoné
- Páginas: 56 páginas
- Precio: 15,20 euros en