Frank Miller sigue siendo un enfant terrible del negocio de los cómics, por si alguien dudaba que con la edad su carácter fuera a mitigarse. En el número 10 de All Star Batman & Robin, el veterano guionista necesitaba usar una buena dosis de «lenguaje malsonante» para dar vida a su historia. Pero, claro, eso a DC nunca le ha parecido demasiado bien. Al fin y al cabo, esto sigue siendo para niños, ¿no?
El caso es que la editorial ordenó tapar cada una de las palabrotas con rectángulos negros. Pero los duendes de la imprenta, que odian trabajar por semejantes tonterías, hicieron acto de presencia y, en la edición final, cada uno de esos rectángulos no tapaba demasiado bien los tacos: la tinta era demasiado suave. Vamos, que se leía perfectamente cada una de las barbaridades que Miller había puesto en boca de sus personajes (que, obviamente, no eran para tanto).
Así que, para rematar la faena, a DC no le ha quedado más remedio que destruir todos los ejemplares del número y empezar la tirada desde cero. Tanta tontería no les hará más que perder dinero, de lo cual me alegro. ¿Y Miller, qué piensa de todo esto? Aún no se sabe, pero supongo que estará riéndose de que DC pague por sus actos. O, tal vez, como los Chanantes, piense que cierta frase hay que decirla (y escribirla) más. Incluido Batman.
Vía | La Cárcel de Papel
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