(continuación de la entrevista)
A medio camino entre la realidad y la fantasía, Paco Roca busca reflejar en sus álbumes las inquietudes que se asoman a su vida diaria. Todo ello a través de un dibujo que recoge influencias del cómic europeo y reivindica su propia personalidad para tratar de aportar el indispensable toque de distinción al cómic que se hace en nuestro país.
En esta segunda parte de la entrevista, Paco nos habla, entre otras cosas, de su visión del mercado actual del cómic en España y sobre el álbum que está terminando en estos momentos. Arrugas va cobrando cada vez mayor celebridad, pero su autor no es de los que se duermen en los laureles, así que sigue aferrado al tablero de dibujo del que lo hemos apartado por un rato.
Paco también tuvo la amabilidad de dedicarnos un dibujo que encontraréis al final de este post.
Zona Fandom: A la hora de hacer un cómic, ¿qué te atraen más, las historias cotidianas o las fantásticas?
Paco Roca: Va por fases. Al principio me atraían más las historias de aventura, las fantásticas; pero ahora mismo me atraen más, ya no las historias cotidianas, sino las cosas que me puedan preocupar. De hecho, aun cuando se trate de historias fantásticas como las de El juego lúgubre o Hijos de la Alhambra, todas tienen algo que me preocupa. En el primer caso era la visión del artista, de cómo ve la inmortalidad, o si un artista es capaz de todo por su arte; hasta qué punto es lícito todo eso. En Hijos de la Alhambra me preocupaba el fanatismo religioso. Y en el caso de Arrugas es donde más llego a ese punto en el que la irrealidad casi no existe y todo es algo cotidiano o social.
ZF: A quienes les haya gustado Arrugas, ¿qué otros cómics les recomendarías?
PR: Taniguchi me gusta mucho, por ejemplo. Barrio Lejano y El almanaque de mi padre me parecen sus mejores obras. También me gustan algunas cosas de Frederik Peeters, como Lupus y Píldoras Azules. Otras buenas historias son las de Vittorio Giardino, como La juventud de Jonas Fink. El Paracuellos también me parece que es esencial… ¡Habría tantas! Moviéndonos siempre dentro del terreno este del querer contar sentimientos. Luego me gustan Miller, Mazzucchelli, muchos cómics franceses… En fin, un batiburrillo de cosas diferentes.
ZF: Arrugas se publicó antes en Francia que aquí. ¿Por qué las editoriales apuestan tan poco por los autores nacionales?
PR: Yo creo que no es cuestión de los editores, es cuestión de la industria e incluso quizás más bien de los lectores. En España, la tirada media de un cómic puede ser de 3.000 ejemplares, mientras que en Francia puede ser desde 10.000 a 1 millón. En ese sentido la industria francesa es mucho más fuerte, así que si quieres dedicarte a esto profesionalmente tienes que buscar el mercado más fuerte, claro. También es cierto que parece que para que se te valore en tu país, y esto es algo que sólo pasa en España y quizás un poco en Italia, tienes que haber triunfado antes fuera. Parece que todo lo que nos viene de fuera es mejor.
ZF: Para concretar un poco, ¿cómo ves el mercado actual del cómic en España y qué esperas de él en el futuro?
PR: Yo creo que es el mejor momento del cómic en España. Los 80 también fueron una gran época gracias a todas las revistas que había, pero yo creo que el momento actual es mejor en el sentido de que es una industria más asentada, hay un montón de lectores nuevos gracias a lo que podríamos llamar novela gráfica, se tratan temas que pueden interesar a un público más general y las grandes superficies empiezan a incluir cómics entre las novedades literarias. Entonces yo creo que todo esto está haciendo que cada vez haya más público, y un público que es lector habitual de literatura o cualquier otra cosa y que se pasa al cómic sin problemas, como una lectura más.
ZF: ¿En qué otros proyectos estás trabajando ahora?
PR: Estoy terminando el siguiente álbum, que se llama Las calles de arena. Me falta colorearlo y entregarlo. Llevo como medio año de retraso con las fechas, pero con tanto bolo festivalero la verdad es que no me da tiempo. Se podría decir que si Arrugas era la obra, digamos, de un guionista, la historia que pocos dibujantes querrían dibujar porque es una residencia en la que todos están sentados, que visualmente no es muy atractiva, Las calles de arena es todo lo contrario. Es la obra de un dibujante antes que la de un guionista. Más que surrealista, es una historia de realidad fantástica. Es un cómic muy kafkiano, muy próximo a los relatos de Borges o de Cortázar. Es una historia sobre el destino, sobre si podemos cambiarlo o no. Hasta qué punto está programado o si somos libres para elegir nuestro propio futuro.
ZF: A la hora de trabajar, ¿sigues prefiriendo el método manual de toda la vida o te dejas seducir por las nuevas tecnologías aplicadas al dibujo?
PR: El color siempre lo he dado de forma digital, pero en cuanto al dibujo, me sigue gustando dibujar a mano. Soy muy metódico en el trabajo. Primero escribo un guión muy detallado, como si fuera un guión para otra persona. Una vez que lo he hecho y le he dado el visto bueno, me pongo con el storyboard, y allí me gusta dibujar y estar recortando viñetas y pegándolas hasta que funciona. Después me pongo a dibujarlo, y entonces intento pasar justo lo que tenía en los bocetos a imágenes lo mejor acabadas posible. Una vez que lo tengo, lo paso al ordenador y trato de no tocar nada del dibujo, simplemente añadirle el color. En cada parte del proceso, sólo me preocupo por esa parte en cuestión. Soy muy metódico, ya te digo. De hecho, trato de repartir el tiempo: en casa dibujo y en mi estudio coloreo. En mi casa ni siquiera tengo ordenador, solamente dibujo y lo hago como lo he hecho siempre, porque así es como me gusta.
ZF: Pues con esto terminamos. Muchas gracias por tu tiempo y espero que te agencies pronto un ordenador para poder leernos en Zona Fandom. ¡Suerte con tus próximos proyectos!
PR: Muchas gracias también a vosotros.
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En Zona Fandom | Entrevista a Paco Roca (I)
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