Viendo la cantidad de historias analizadas últimamente, se puede deducir sencillamente un hecho innegable: la JSA es uno de los grupos más queridos por los guionistas, los cuales sacan nuevas historias a modo de homenaje. Aunque quizás lo que deseen homenajear realmente sea la edad dorada del cómic, marco de nacimiento de la JSA.
La verdad es que el título de ‘El regreso de la JSA’, a pesar de que es una mezcla de números de All Star Comics, Adventure Comics y más, no podría haberse escogido mejor, ya que en este tomo se nos muestra una visión actual de la antigua JSA, lo cual es seguro será un gran handicap para los más nostálgicos y amantes de la historia del universo DC.
El argumento sigue líneas bastantes clasicistas. La aparición de un villano, el dios destructivo Stalker (originalmente creado por Paul Levitz y el mítico Steve Ditko), obligará a la JSA a dar lo mejor de sus miembros para impedir que el mundo sea completamente arrasado. Pero Stalker resulta ser un hueso muy duro de roer. Tras un primer y memorable enfrentamiento, Stalker invoca a siete discípulos que envía a todos los rincones del mundo para continuar su labor mientras él se recupera del cansancio producido por la primera pelea con la JSA. Estos deberán dividirse por parejas para dar caza y muerte a cada uno de estos discípulos, los cuales prometen no ser moco de pavo.
Así de simple, malo maloso apoyado por otros malos malosos contra grupo de héroes. De lo más sencillo pero a la vez de lo más vibrante. La trama podría haber acabado en algo excesivamente repetitivo (aquí hay ciertos momentos que cansan ligeramente) pero el buen hacer de Geoff Johns, Chuck Dixon y David Goyer, entre otros como Mark Waid y James Robinson, consigue que la lectura de las 256 páginas de este considerable tomo sea fugaz, como los buenos cómics del mainstream.
Lo mejor de este ‘El regreso de la JSA’, y que se nota por los guionistas que son, es el gran factor moral y humano que se ha impregnado en las historias de cada pareja de héroes que salen a la caza del enemigo. Cada uno de estos enfrentamientos se plantea en un contexto distinto y ante un enemigo distinto, lo cual se utiliza para mostrar una moraleja diferente en algunas ocasiones. Otras historias prefieren ir al grano directamente y no presentar dilemas morales ni excesiva carga emocional, si la cuestión es mostrar golpes y explosiones, se muestran, aunque para nada de una manera completamente estúpida y banal.
Otro detalle realmente atractivo, a pesar de mostrarse fugazmente, es el guiño a la JSA moderna (aunque en realidad no es la última JSA, ya que prácticamente todos los cómics que conforman este tomo se publicaron originalmente en 1999) y este tomo ha tardado seis años en llegar a España. Las últimas páginas de este tomo, y a modo de anexo, se pueden ver como un puente entre los tiempos gloriosos de la JSA y los turbulentos años presentes, un clásico ejemplo de “historias del abuelo” pero con superhéroes de por medio. De nuevo, los más nostálgicos y verdaderos amantes de la JSA, sabrán sacarle el mayor partido a estas páginas, mientras que el resto puede verlo como un cariñoso guiño al pasado.
A nivel visual la verdad es que la cosa podría haberse mejorado bastante. El elenco de dibujantes lo conforman nombres no muy conocidos para el gran público como Michael Lark, Peter Grau o Chris Weston, entre otro buen número de artistas, y la verdad es que resulta decepcionante que ante tal cantidad de dibujantes. Sólo cabe destacar el trabajo de Scott Benefiel, Stephen Sadowski o John Kalisz los cuales no son una delicia para la vista pero sí aceptables en comparación con el resto de trazos, algunos de ellos realmente horribles.
Resumiendo, ‘El regreso de la JSA’ es un buen cómic, con mucha energía y hecho con gran cariño hacia sus personajes. Para los fans de la JSA (y del universo DC en general) es casi una adquisición obligada, y para todo aquel que desee leer un buen cómic que sobre todo le entretenga también.
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