'El misterio prohibido de Ron Kamonohashi', Toto, ya no estamos en Tokyo

En plena tradición del cliffhanger clásico el último volumen de las aventuras de Ron, el detective involuntariamente (aspirante a) homicida y Toto, el policía que además de ayudar a ocultar su intervención en los casos parece el único capaz de evitar que este se manche las manos de sangre, nos dejó en una de esas situaciones aparentemente irresolubles cuando el mismo Ron era acusado de un crimen que, como el Equipo A, no había cometido.

Creo que no hago ningún spoiler si afirmo que, como supondrá ya el avezado lector, las aguas vuelven pronto a su cauce pero sólo para que entre en escena una peligrosa organización, la familia M, que además de ocultar oscuros intereses también parece conocer un extraño secreto del protagonista que él mismo ignora…y puede ser la explicación de sus extraños poderes (y no diré más sobre este grupo que parece estar llamado a ser los hombres de negro de la función. Aquellos que sean aficionados a ‘Detective Conan‘, a los que no puedo dejar de recomendar esta obra, saben a lo que me refiero). Esta es la principal novedad de este tomo que además de incorporar algún personaje nuevo como Chicory Monky, una periodista que tiene a Toto en un pedestal e ignora el auténtico papel de Ron en la resolución de los casos y que promete dar mucho juego, nos devuelve a algún viejo conocido como la Dra. Mofu (aunque el autor aprovecha para repetir el mismo dibujo de esta en más de una ocasión, uno de los pocos peros que se le puede poner a esta obra) así como algún villano de nombre tan exótico como el camaleón loco.

Akira Amano demuestra en este ya tercer tomo que sus personajes ya están afianzados, sabiendo mantener un curioso equilibrio entre los crímenes más sangrientos (digamos que los sospechosos de este manga nunca lo son por un mero robo) y un surrealista sentido del humor que suele llegar de la mano de Ron (impagables sus tazas de café con la espuma formando un ornitorrinco), pero además empieza a aflorar una jugosa subtrama que parece va a convertirse en clave para los tomos siguientes (con siete publicados en Japón por el momento) a muy largo plazo. Con unos misterios que se encuadran en lugares cotidianos, siempre de la mano de un creativo criminal pero no tanto como la mente deductiva de sus protagonistas, ‘El misterio prohibido de Ron Kamonohashi’ constituye un entretenidísimo cómic que sigue consiguiendo arrancar la carcajada y sorprender con casos en los que parece todo está dicho (como ese en el que el asesinato aparece hasta firmado) pero, como suponemos, no hace falta ser un detective de élite para saber que no lo está. Elemental querido Ron.