Sin trampa ni cartón. Si alguien pudiera tener dudas acerca de cuál es la voluntad de ECC a la hora de poner en circulación el volumen que hoy nos ocupa, sólo tiene que atender a su portada, sacada directamente del mucho arte promocional con el que Warner se volcaba en publicitar ‘El Escuadrón Suicida‘ de James Gunn, para apercibirse con claridad de las honestas intenciones de la editorial de intentar sacar tajada de lo que la película pudiera calar en el público. De hecho, como indicamos en el titular, sólo se nos ocurren dos tipos de lectores de tebeos a quiénes este voluminoso tomo pueda aludir. En primer lugar, aquellos no iniciados en esta faceta tan secundaria del Universo DC que, tras ver el despliegue de violencia y humor que hace el cineasta responsable de ‘Guardianes de la Galaxia‘ en un filme que, a título personal, sólo llegaba a decirme algo más que su infumable predecesor; deseen completar información acercándose a los orígenes en papel de personajes como Harley Quinn, Polka-dot, Bloodsport, King-Shark, Peacemaker o Ratcatcher, los integrantes de la muy curiosa versión del Escuadrón con la que Gunn intenta animar la función. En segundo, aquellos lectores impenitentes del Universo DC que ni quieren ni pueden dejar pasar la oportunidad de añadir un volumen más a sus nutridas filas en aras, como es el caso, de tener reunidos bajo una sola cubierta tan variado material como el que aquí podemos contemplar.
Pertenezcas al grupo que pertenezcas, lo que vas a encontrar aquí es una antología de lo más variopinta, ya por la diversa naturaleza de los orígenes incluidos, ya por lo ecléctico de sus autores o de las fechas de publicación originales del material que se recoge. Debido a ello, a esa personalidad variada y multi-facetada, lo cierto es que ‘El Escuadrón Suicida. Orígenes secretos’ es una lectura que nunca aburre y que, cambiando de tercio cada pocas páginas, impulsa a seguir leyendo sin que haya atisbo alguno de cansancio. Bien es cierto que, asociada a dicha variedad, la calidad de lo que ECC incluye dista de ser cohesiva, pero eso es un «mal» inherente a cualquier antología que se asume desde el momento en el que uno adquiere un libro así caracterizado. Así las cosas, es muy evidente, conforme uno va pasando las páginas del tomo, que su punto álgido es el número de ‘Superman‘ en el que John Byrne presentó a Bloodsport. A fin de cuentas, estamos hablando en este caso de una etapa mítica que, en esta, su cuarta entrega, todavía no ha conocido alguno de los pocos sinsabores que acumulará en su recorrido y el dibujo del artista, en su momento de mayor esplendor, sigue siendo una auténtica gozada para la vista.
Comparado con esas 24 páginas, el resto del volumen queda por debajo del nivel que alcanzaba Byrne, pero eso no quita para que lo que encontramos de manos de nombres como John Wagner, Alan Grant y Norm Beryfogle —encargados del origen de Ratcatcher—; Len Wein y Dave Gibbons —responsables de la primera aparición de Jabalina— o Amanda Conner y Jimmy Palmiotti —en lo que respecta, obviamente, a Harley Quinn— no esté a la altura de las circunstancias. Eso sí, el que el volumen recorra treinta años de evolución del Universo DC sirve, en términos positivos, para observar la evolución de la editorial y, en algo menos amables —que, por supuesto, dependerán del ojo del que observa—, para evidenciar lo vetustas que quedan algunas de las páginas más veteranas. Con todo, una lectura de lo más amena que deja claro que lo mejor de la peculiar agrupación de héroes a la fuerza sigue estando en las viñetas y no en una gran pantalla que sigue sin conseguir dar en el clavo.
El Escuadrón Suicida. Orígenes secretos
- Autores: VVAA
- Editorial: Panini
- Encuadernación: Cartoné
- Páginas: 456 páginas
- Precio: 41 euros