No he de ocultarlo porque, en su momento, hace ya unos años, cuando Panini fue publicando por primera vez en recopilatorios el ‘Punisher‘ de Garth Ennis, dije por activa y por pasiva —y lo he repetido cada vez que he contado con ocasión para ello— que lo que el guionista irlandés hizo con el personaje creado por Gerry Conway y John Romita Sr. a mediados de los setenta, no es que se cuente entre lo mejor de la eterna lucha de Frank Castle contra el crimen organizado…y lo que se le ponga por delante…es que, directamente, es LO MEJOR que jamás se haya publicado con el Castigador en la portada, quedando a cierta distancia las dos incursiones que Jason Aaron ha llegado a ofrecer con el vigilante como protagonista —la última de ellas, con Jesús Saiz y Paul Azaceta, es espectacular— y a mucha más todo lo demás que La Casa de las Ideas ha puesto en circulación en los cincuenta años de vida del tipo de la calavera en el pecho. Entre ese mucho, no obstante, hay instancias que resuenan con voz propia dentro de la tebeografía de Paco Castillo y es incuestionable que una de ellas es, precisamente, este ‘Círculo de sangre‘ que hoy os traemos y que Panini rescata con buen tino dentro de su sello Marvel Must-Have. Es más, es que si preguntárais a algún Marvel zombie cuáles son las mejores etapas que ha conocido Punisher, es más que probable que un muy alto porcentaje de ellos citaran el trabajo de Steven Grant y Mike Zeck a bordo de la cabecera.
Leído hoy, treinta y ocho años después de su publicación original, es cierto que ‘Círculo de sangre’ aqueja ciertas flaquezas achacables a la década en la que vio la luz y a lo mucho que TODO ha cambiado desde entonces. No en vano, como pasaba en innumerables títulos de aquellos años, cierta vertiente del tebeo de superhéroes yanqui estaba bastante pegada a la realidad del momento, y con esos ojos resulta imprescindible mirarlos para que no resulten asfixiados por el enorme peso del tiempo transcurrido. En el caso de esta etapa de la cabecera de la que se hacía cargo Grant, a esa mirada laxa se une el que, más allá del enérgico planteamiento de arranque de un proyecto que Marvel no estaba muy convencido que fuera a funcionar, lo que Grant plantea caiga rápidamente en tópicos y más tópicos, ya sea asociado a la idea de vigilante en rasgos generales, ya a las maneras arquetípicas en las que siempre se ha mostrado en ficción el mundo del crimen organizado, resultando bastante ridículos algunos de los tropos bajo los que aquí se caracterizan a los mafiosos de turno. Pero por todo argumento negativo que quepa arrojarse a estas páginas, hay que considerar, primero, que el esfuerzo de Grant por presentar una aventura intensa, dinámica y presa de un ritmo lo más enérgico posible se salda constantemente del lado de la parte positiva por cuanto la lectura de estas 150 páginas se hace en un suspiro y, segundo, que tanto será el impacto que el proyecto generó en el público de la época que a raíz de él surgirán las dos cabeceras regulares del personaje —’The Punisher‘ y la legendaria ‘Punisher: War Journal‘—, quedando muy claro eso que decíamos más arriba sobre lo «imprescindible» de ‘Círculo de sangre’ en la historia del Castigador.
Un talante éste que, por supuesto, le debe muchísimo más a su dibujante que al guionista, encontrando aquí a un Zeck desatado que supera con mucho lo que se le había visto en el Universo Marvel poco antes de este legendario tebeo, las no menos legendarias ‘Secret Wars’. Ya en aquél evento que tanta relevancia tuvo en el discurrir de la Marvel de los 80 —y no sólo por los cómics, que os recuerdo que el proyecto generó toda una línea de figuras de acción que, en mi caso, supusieron el primer contacto con los personajes de la editorial mucho antes de que comenzara a leer sus tebeos—, pudo Zeck demostrar que era poseedor de un brío narrativo y gráfico que, no obstante, queda empequeñecido por el fuerte envite que, ya desde la primera página, hace el dibujante: su Frank Castle, de sospechoso parecido a Clint Eastwood, es una mole ágil y letal cuya presencia impone un pavor total a todo aquel maleante que se le pone por delante. Es un convidado de piedra —en la acepción que se le quiso dar en la traducción española de ‘Jungla de cristal’, algo alejada del origen de la expresión— que, impertérrito, arrasa por donde va, ya esté matando a los malos de turno como haciéndole el amor a la tipa de turno. Exagerado, vibrante y característico hasta decir basta, el Punisher de Zeck es el motivo principal por el que asomarse a unas páginas que, sí, sin duda, han envejecido…pero mucho mejor que otras coetáneas suyas. ‘Nuff said!!!!
El Castigador: Círculo de sangre
- Autores:Steven Grant y Mike Zeck
- Editorial: Panini
- Encuadernación: Cartoné
- Páginas: 152 páginas
- Precio: 20 euros



