Veamos. Están esos títulos de los que has oído hablar hasta la saciedad y terminas adquiriendo para no ser el bicho raro que no los tiene en su tebeoteca. Después, aquellos que compras porque te consideras el seguidor más fiel que tiene éste o aquél autor y no vas a dejar de adquirir su última novedad por más que la temática no te atraiga ni in ápice. Y, en esta clasificación a grandes rasgos, seguiría el grupo de aquellos que abres con aire casual en tu librería habitual sin saber nada de sus autores ni de qué diantres versa y que te dejan tan embelesados por su acabado visual que no te queda más remedio que hacer el correspondiente desembolso para poder disfrutarlos como Dios manda en el solaz y paciego de tu salón. A este grupo pertenece (y sino a cuento de qué las líneas anteriores) este ‘El astrolabio de hielo’, un volumen que, para empezar, sigue demostrando el buen gusto que los responsables de Yermo Ediciones están teniendo a la hora de elegir las piezas de su catálogo.
Y si esta aventura medieval con reminiscencias a ‘El código Da Vinci’ consigue atrapar al lector desde su primera página no es tanto por mor de lo que el guión de Luca Blengino da de sí, que también, sino por la singular belleza que se desprende de las viñetas de Antonio Palma, un pintor romano que firma aquí su ópera prima en el mundo del noveno arte y que, por lo que se entrevé en las planchas que conforman el volumen, debería dar mucho que hablar si en el futuro sigue explorando las posibilidades narrativas y pictóricas que se derivan de la disciplina del arte secuencial. Recordando a aquél portentoso artista estadounidense llamado Jay Anacleto (las primeras páginas de ‘Aria’ me dejaron anonadado años ha), la gran diferencia entre Palma y su colega de profesión yanqui es la espléndida movilidad de su narrar: allí donde Anacleto era hiperestático, Palma consigue dotar a sus páginas de una delicada fluidez que no se deja acobardar por lo ingente del detallado del trazo o por el soberbio realismo expresivo de las figuras humanas.
Más allá de lo portentoso de su belleza visual, lo que ‘El astrolabio de hielo’ ofrece no dista mucho, como apuntaba antes, de los patrones que regían ese Best-Seller que fue la obra de Dan Brown. Y aunque la diferencia de épocas en las que se desarrollan ambas historias sea notable (tan notable como los cinco siglos que separan una acción de la otra), uno no puede evitar establecer similitudes más que obvias entre el profesor Langdom y Bashir y entre la búsqueda del primero y la que el joven matemático lleva a cabo en una convulsa Roma para encontrar ‘Las efemérides perdidas’, un tratado astrológico que contiene las claves para encontrar el artefacto que da título al cómic. Escrita con precisión en su ambientación (quizás no tanto en lo contemporáneo de algunos diálogos), de lo que no cabe duda es de que ‘El astrolabio de hielo’ es una aventura espléndida con un innegable potencial cinematográfico. ¿Habrá alguien que sepa verlo?
El astrolabio de hielo
- Autores: Luca Blengino y Antonio Palma
- Editorial: Yermo Ediciones
- Encuadernación: Cartoné
- Páginas: 120 páginas
- Precio: 24 euros
Sé que con eso de la imprenta masiva y demás los comics salen más baratos y se pueden distribuir a las masas. Pero que obras de arte gráfico como esta (se me viene a la cabeza también el tercer testamento) salgan a 20 céntimos por hoja… Si la edición es en un papel de estos buenos, hasta me parece barato.
Amén Jomonge.
De hecho, no comparto (al menos en su totalidad) las críticas que Yermo está recibiendo prácticamente desde que apareció debido a los precios de sus volúmenes: si consideramos la espléndida calidad que tienen todos sus tomos, lo «elevado» de su PVP me parece más que razonable.