‘Darth Vader e hijo’: la paternidad en una galaxia muy, muy lejana

Aunque posiblemente el peor crimen contra la humanidad cometido por Anakin Skywalker fuera el de haberse dejado interpretar por Hayden Christensen en los episodios II y III de la saga, tampoco se puede olvidar que una vez convertido en Darth Vader hizo unas cuantas maldades, y una de las más sonadas fue la de faltar a sus deberes como padre. Ya no es solo por no pasarle la pensión galáctica a su ex mujer, sino que encima no pudo elegir peor momento para confesarse ante su hijo que cuando se encontraban en mitad de una pelea a muerte.

Por suerte, el dibujante Jeffrey Brown se ha decidido a enmendar el asunto y nos muestra, en una suerte de realidad paralela, qué hubiera pasado si Lord Vader hubiera ejercido la paternidad desde el principio y se hubiera hecho cargo de Luke a la tierna edad de cuatro añitos. Brown desarrolla esta peculiar relación padre-hijo a través de chistes de una página cargados de guiños a la franquicia Star Wars.

Así, nos encontramos con momentos estelares como cuando juega con Luke al béisbol con un sable láser, cuando le cuenta a la hora de dormir un inquietante cuento con Darth Maul como protagonista, cuando tiene que aguantar la típica pataleta del «¿Hemos llegado ya?» a bordo de una nave espacial o cuando le dice que no le piensa comprar un peluche de Jar Jar Binks.

Brown desarrolla esta peculiar relación padre-hijo a través de chistes cargados de guiños a la franquicia Star Wars.

Brown da una vuelta de tuerca a los típicos chistes paterno-filiales adaptándolos al universo de la saga y haciendo referencia a muchos de sus personajes y situaciones. Así, por las páginas de este librito veremos desfilar al Emperador Galáctico, a Obi Wan y a Chewbacca, entre muchos otros. Incluso vemos un pequeño cameo de Leia, que protagoniza la secuela de esta obra, ‘Vader’s Little Princess’, que recientemente se ha publicado en EE.UU.

Pese a que ninguno de los chistes por separado me arrancó una carcajada descomunal, lo importante es que en conjunto te dejan una visión muy divertida de Vader y Luke, a lo que hay que sumar un estilo de dibujo sencillo pero muy expresivo y acorde con el tono de la obra. El tomito te lo lees en un suspiro, pero da pie a que vuelvas sobre él de vez en cuando, y seguro que resulta aún más divertido si tienes un hijo y lo lees en su compañía. Las referencias a la saga son tan universales que se puede disfrutar sin ser un fan acérrimo de Star Wars, si bien ‘Darth Vader e hijo’ es ante todo una golosina para los verdaderos amantes de la franquicia.