'Daredevil de Mark Waid vol.1', una etapa de leyenda

La cabecera protagonizada por el defensor de La Cocina del Infierno se ha convertido por méritos propios en una de las series que mayor prestigio otorga a los autores que pasen por ella. ¿O es al revés? Sea como sea, nadie puede poner en duda la inmensa calidad que la serie ha exhibido durante los últimos años a pesar de las continuas renovaciones que ha sufrido. En el cómic de superhéroes es una práctica habitual el ver desfilar distintos guionistas y dibujantes cada cierto tiempo, aportando nuevos aires al personaje de turno. Si nos referimos a Daredevil, poco o nada podemos echar en cara puesto que las recientes etapas no ha podido estar más arriba en el ranking de tebeos favoritos. Kevin Smith, Joe Quesada, Brian Michael Bendis, Alex Maleev, Ed Brubaker, Greg Rucka, Michael Lark o Andy Diggle son algunos de los que dejaron su huella con trabajos, en su mayoría, sobresalientes. Tocaba cambio de guardia y desde La Casa de las Ideas quisieron dar un nuevo giro a la serie, dejando de lado toda la oscuridad y sufrimiento que Matt Murdock había tenido en los últimos años así que se apostó por un enfoque algo más luminoso y puramente superheroico por lo que la elección de Mark Waid como director de orquesta suponía todo un acierto. De la misma manera, el escritor de Alabama tomaría como base, no los inmortales números de Frank Miller, sino los firmados por Stan Lee, Bill Everett y Gene Colan, dando un golpe en la mesa y evidenciando cuáles eran sus intenciones.

‘Marvel Saga Daredevil de Mark Waid Volumen 1: La Sonrisa del Diablo’ supone el pistoletazo de salida a otra gloriosa etapa del oscuro personaje pero, esta vez, no tendrá que hacer frente a Kingpin ni a los peligrosos mafiosos que tantas veces a pateado. Esta vez le toca el turno a Klaw o Mancha, villanos que buscan enriquecerse llevando a cabo absurdos planes que, por lo general, terminan abortados gracias al buen hacer del Diablo. Los cambios no solo llegarán para el héroe, la faceta laboral de Matt también tendrá novedades puesto que abandona su carrera como abogado para convertirse en Fiscal, lo que le permitirá seguir en contacto con el Derecho pero esta vez desde un punto de vista renovado. A nadie se le puede escapar que las tramas de Waid, perro viejo en esto de los superhéroes, combinan a la perfección estas dos facetas, dando como resultado momentos de lo más interesantes en los que una influye en la otra y viceversa. Y no podemos olvidarnos que para que esta nueva etapa llegue a buen puerto es necesario un dibujante que se complemente con el renovado tono de la serie, en este caso, los primeros que van a dejarse ver por estas páginas son Paolo Rivera y Marcos Martín, dos súper artistas que aportan a la perfección esa visión pulp y llena de carisma que exigía Waid. No se queda ahí la cosa puesto que el futuro nos depara la llegada de Chris Samnee, otro dibujante perfecto para un comic que supo reinventarse a base de calidad, sin hacer demasiado ruido y convirtiéndose en otra etapa mítica dentro de la historia del personaje. Y van ya…