'Vengadores. Los mundos chocan', cruce de héroes

Tercer volumen de la estancia de Mark Waid al frente de Los Vengadores —de los cuatro que finalmente conformarán la recopilación en tomos de su trabajo con los personajes—, este ‘Los mundos chocan‘ ofrece la oportunidad a los lectores que a él se acerquen de dar cuenta del cruce que Marvel organizaba entre la colección de los mayores héroes del mundo —del mundo Marvel, se entiende— y los que, en manos del hábil guionista, se convirtieran, durante el tiempo que se mantuvo al mando de la cabecera, en contendientes tan firmes que casi cabría afirmar que lo que Waid ofrecía en ‘Campeones’ era, con diferencia, considerablemente mejor que aquello que cuajaba en las páginas de la contrapartida «adulta». Es más, es que hasta el terreno gráfico, con Humberto Ramos dando muestras de su mejor personalidad al tablero —no sé si lo habréis hecho ya o no pero os recomendaría encarecidamente que le dierais una oportunidad a ‘Strange Academy’, una de las mejores series de la actualidad marvelita—, cabría afirmar que está por encima de lo que Adam Kubert, Mahmud Asrar, Mike del Mundo y compañía llegan a plasmar en sus planchas para ‘Vengadores’.

Sea como sea, lo que es bien evidente cuando uno se asoma a las páginas de este Deluxe publicado por Panini es que Waid se lo sigue pasando bomba con las dos series y que la aparición del Alto Evolucionador, de sus criaturas y el papel central en todo el cruce de Viv, la hija de Visión —la que conociéramos en la genial serie guionizada por Tom King y dibujada por Gabriel Hernández Walta— no hace más que ensalzar las manera tan dinámica y de imparable ritmo con la que el guionista de ‘Kingdom Come’ se viste cuando de tebeos de superhéroes se trata. Si a esas formas le añadimos cierto giro dramático y el arte de Ramos —y el de Jesús Saiz y Javier Pina, que firman unas páginas superlativas— sólo nos resta lamentar que estas sean las (pen)últimas páginas en las que Waid estará al frente de los Campeones, quedando tan sólo tres números por delante antes de que dé paso a la muy inane etapa de Jim Zub, mucho menos simpática y entretenida que lo que aquí podemos encontrar. ‘Nuff said!!!!