A priori parecía un evento más. Otro de esos puntos supuestamente álgidos en el ir y venir del Universo Marvel que, a toro pasado, siempre terminaba quedando desenmascarado como una maniobra comercial más o menos hábil, más o menos burda. Un intento, en ocasiones demasiado desesperado, de seguir manteniendo lectores que atraer a distintos puntos de la vasta producción de La Casa de las Ideas gracias a los casi siempre innecesarios tie-ins que terminan poblando cualquier ejemplo que queramos citar de entre los muchos turning-points que la editorial ha conocido en las dos últimas décadas. Pero ‘Civil War‘ tenía algo que no tenían ni los que habían llegado antes que él ni, por supuesto, lo que tendrán los muchos que le siguieron. ‘Civil War’ tenía a un Mark Millar en plena forma sacando músculo en el que, junto a ‘Ultimates‘ sería su mejor trabajo en el tiempo que le fue concedido dentro del cuadriculado esquema de la editorial. ‘Civil War’ también tenía a un Steve McNiven que nunca antes, ni mucho menos después, ha logrado hacer vibrar de la misma manera sus formas narrativas, acercándose por momentos sus postulados a los de un storyboard de cualquier película de acción. Pero, por encima de todo, ‘Civil War’ contaba con ser la primera vez en que el Universo Marvel se escindía desde sus raíces, enfrentando a héroes cuya amistad parecía inquebrantable a cuentas de algo que, para lo que, en principio, tendrían que haber puesto frente común.
Tal fue el calado de lo que Millar planteó en aquellos siete números y tantas las potenciales repercusiones que llegó a tener, que incluso los acontecimientos que no tenían cabida directa dentro de la miniserie se tornaron, como en el caso de Spiderman, en tanto o más apasionantes que lo que la serie central dejaba ver. Y, llegado el momento, cuando el UMC hubo de mirarse en las viñetas para sacar ideas de cara a la tercera entrega de ‘Capitán América’, no fueron muchas las dudas al respecto de que había de ser ‘Civil War’ la historia que, de alguna manera, marcara un punto de inflexión fundamental en lo que las tres primeras fases de Marvel en el cine habrían de llegar a narrar.
Debido a ello, debido a esa importancia suma que ‘Civil War’ ha tenido y tendrá en el ficcionario del Universo Marvel, no vi con ojos muy complacidos el que la editorial, en lo que aparentemente parecía una flagrante carencia de ideas, anunciara a bombo y platillo la ‘Civil War 2’ que hoy ocupa nuestro tiempo. Es más, es que ni siquiera el que fuera a venir firmada por un tándem de esos a los que el calificativo de peso pesado les queda pequeño terminaba de convencer a mi yo más escéptico, ese que con el tiempo acumula demasiado hartazgo hacia los cantos de sirena que año sí, año también, llegan desde las dos majors y que, limitando mucho lo que consume de todo aquello que La Casa de las Ideas pone en circulación cada mes, no ha dejado de lado el mundillo de los superhéroes porque, en el fondo, siguen alimentando a aquél chaval adolescente que descubrió deslumbrado el noveno arte gracias a ellos.
Afortunadamente, y si bien a largo plazo ya está más que demostrado que la incidencia de ‘Civil War II’ —o, por ende, y me reitero, de cualquier megasuperevento de la editorial— ha quedado tapado (y olvidado) por todo lo que ha venido después, la relectura de esta segunda crisis entre los héroes marvelitas deja claro, al menos a ojos de alguien que siempre ha disfrutado con sus historias, que Brian Michael Bendis es incapaz de escribir una historia que, por lo menos, no entretenga como la que más. Que sí, que aquí podréis sacar a colación, una vez más, su descompresión narrativa y sus blah, blah, blah, pero que el guionista conoce como pocos los resortes de los tebeos de superhéroes es algo que cualquiera de los muchos títulos que conforman su extensa tebeografía demuestran más allá de toda duda razonable.
El planteamiento de Bendis para con ‘Civil War II’ pasa, no por reiterar esquemas de su precedesora, sino por replantear los mismos. Si allí eran Steve Rogers y Tony Stark los que confrontaban posturas a colación del acta de registro de superhéroes tras una tragedia en una pequeña población de la América profunda, aquí son Tony y Carol Danvers, la muy poderosa Capitana Marvel, los que se enfrentarán posiciones cuando la aparición de un inhumano capaz de ver el futuro polarice opiniones acerca de si utilizar esa información para evitar lo ominoso de las catastróficas visiones o hacer caso omiso de las mismas. Como ya sucediera en la miniserie ideada por Millar, los principales héroes de la editorial caerán de uno y otro lado de la fina línea que separa las argumentaciones de Stark y Danvers, y el enfrentamiento, que se cobrará la vida de uno de los más veteranos personajes de Marvel —tranquilos, que muere para, como siempre, revivir tiempo después— adquirirá épicas proporciones, tanto en lo que se refiere a cómo Bendis va moviendo los hilos como, sobre todo, a las ESPECTACULARES maneras en que David Marquez visualiza el conjunto.
De Marquez, uno de los mejores dibujantes con que cuenta el panorama yanqui en la actualidad, cabría afirmar que lleva aquí uno de sus mejores y más asombroso trabajos si no fuera porque, a cada instancia posterior que le hemos podido leer, ha seguido creciendo y creciendo, algo que demuestra su más reciente incursión en el Universo DC de la mano de Bendis y su ‘Justice League‘: todo lo que concierne al trabajo del artista estadounidense en ‘Civil War II’ raya a una altura descomunal que no deja lugar a dudas acerca del por qué de su condición de estrella dentro del mercado USA, y ya estemos hablando de la caracterización y expresividad de personajes, de las composiciones de página —hay aquí splash-pages dobles capaces de quitar el hipo de raíz—, de la fluidez y ritmo de la narrativa o de lo adecuado de las elecciones de encuadres —que siempre buscan nuevas formas de sorprender—, afirmar que si ‘Civil War II’ llega a convencer como lo hace es más atribuible a Marquez que a Bendis no es errar mucho en lo que se asevera. No será un tebeo que cambie tu vida, pero a fe nuestra que es endiabladamente efectivo y, con eso, le basta y le sobra para que recomendemos su lectura. ‘Nuff said!!!!
Civil War II
- Autores: Brian Michael Bendis, David Marquez et al
- Editorial: Panini
- Encuadernación: Cartoné
- Páginas: 352 páginas
- Precio: 35 euros