Aunque dentro de su catálogo mensual la apuesta por el europeo/español se salde siempre en términos minoritarios con uno o dos títulos que no son nada en comparación con los extremos yanquis y nipones, lo cierto es que Planeta Cómic se las apaña mes tras mes para que ese par de títulos —cuando llega a dos, claro— se alcen como faros muy luminosos en una oferta que ha sabido sobreponerse a las paulatinas pérdidas de las franquicias de DC o Marvel y que, hoy por hoy, con Dark Horse, Aftershock, Star Wars y todo el manga que licencian, queda perfectamente contrapuntada por títulos tan personales y fuera de corriente como este ‘Callas. Yo soy María Callas’ que plasma en unas páginas tremendamente expresivas la vida de una de las divas más relevantes del siglo XX y, probablemente, la voz femenina de mayor relevancia que el mundo de la ópera vio nacer la pasada centuria.
La apuesta de Vanna Vinci por acercarse a la compleja y altiva figura de «la Callas» se salda con una narración que apoya su interés continuado en utilizar la primera persona en pasado, convirtiendo a la cantante y actriz en un trasunto del William Holden de ‘El crepúsculo de los dioses‘ que nos habla desde su muerte de lo que conformó su vida. Viendo la mano de Billy Wilder, Vinci lanza un envite para, en lugar de revisar el puñado de días que conforma una de las obras maestras del cineasta, recorrer de principio a fin, y más allá, el devenir existencial de una figura que se nos dibuja en la dicotomía entre fortaleza femenina y dependencia del sexo masculino, con dos hombres fundamentales que ejercerán su influencia sobre una mujer que siempre quiso ser más sobre el escenario.
El enhebrar toda la narración en primera persona y pasado, confiere a la lectura de ‘Callas’ un halo de extrañeza aumentado, qué duda cabe, por esos «estásimos» —término que se refiere a cada uno de los cantos de la antigua tragedia griega que cantaba el coro entre episodios— en los que Vinci arroja opiniones diversas acerca de la diva puestas en boca de los más variopintos personajes históricos, ya sean coetáneos o posteriores a ella, ya muy anteriores como, por ejemplo, Verdi. A estos instantes de transición de uno a otro episodio de la vida de la Callas, suma Vinci una propuesta visual que prescinde por completo por la viñeta y configura cada página —u ocasionalmente par de páginas— como un hecho pictórico singular y precioso, cargando las tintas en cómo pugnan por atraer el protagonismo en cada una de ellas texto y dibujo, y dejando de lado casi por completo la inclusión de escenarios para centrarse casi de manera exclusiva en la figura humana y en la riqueza expresiva que puede extraerse de ella.
Queda así el conjunto de ‘Callas’ como una auténtica rara avis, no ya en el catálogo de Planeta como apuntábamos al comienzo, sino en el del tebeo europeo por cuanto pocas lecturas que hayamos hecho en los últimos años —por no decir ninguna— se acercan a la contundencia con la que Vanna Vinci conquista todos nuestros sentidos.
Callas. Yo soy María Callas
- Autores: Vanna Vinci
- Editorial: Planeta Cómic
- Encuadernación: Cartoné
- Páginas: 184 páginas
- Precio: 22 euros