Los amantes de los cómics que estén leyendo este artículo están de enhorabuena. Tanto los que conocen ‘Bone‘, una colección de 55 historietas dibujada y guionizada por Jeff Smith, como los que no lo hayan leído aún. En el primer caso, porque así rememoran la gozosa lectura que con toda seguridad les supuso esta novela gráfica; en el segundo, porque están a punto de descubrir un argumento inolvidable, con un dibujo y un color logradísimos y un divertimento garantizado.
‘Bone’ es un cómic que el propio autor empezó a publicar mediante la autoedición, con un éxito inesperado, y que le ha asegurado la friolera de 9 tomos de casi 200 páginas cada uno a lo largo de más de diez años. En España la publica, con una edición muy digna, la editorial Astiberri. La historia aúna la épica de Tolkien con un humor blanco y absurdo, correctamente aplicado, y que resulta extraordinariamente entretenido. Es una insólita novela-río, con personajes entrañables y un espíritu de simpatía permanente.
¿De qué va ‘Bone’? La trama no se anda con rodeos, y pone en situación a tres extraños seres que vagan por el desierto tras haber sido expulsados de Boneville, la ciudad donde habitan los de su especie. Estos tres personajes son: Fone Bone, un pretendido poeta, el más inteligente y audaz, que emergerá como verdadero protagonista; su primo Phoney Bone, maquiavélico, egoísta y escaso de humanidad, aspirante a alcalde de Boneville y el causante del destierro; y su primo Smiley Bone, que como su nombre indica, mantiene una sonrisa que combina la ironía, la actitud despreocupada y el nihilismo.
Tras varios altercados, los Bone escapan de una muerte segura en el desierto, y Fone Bone llega a un bosque sin conocer el paradero de sus dos primos. En el bosque, por fin puede beber agua, y conoce a una joven granjera llamada Thorn. Thorn es sensual, inocente pero espabilada, y Fone Bone se enamora perdidamente de ella a pesar de sus diferencias de edad y especie. La granjera vive con su abuela, y se queda a vivir con ellos provisionalmente ya que teme ser atacado por unas criaturas llamadas monstrorratas, de las que ha sobrevivido gracias a un dragón que aparentemente sólo él puede percibir…
Este argumento pertenece al primer tomo (los cinco primeros números) de ‘Bone’. Hay que decir que empieza mucho mejor de lo que acaba. Particularmente, prefiero ese ritmo calmado que se propone al principio, con mucho humor, viñetas muy expresivas y personajes bien definidos. La trama, desgraciadamente, evoluciona a una épica demasiado ambiciosa, aparatosa y donde ocurren muchísimas cosas, y en la mayoría de las ocasiones al lector le es imposible saber qué es lo que sucede y por qué. De todas formas, seguramente es por vicio criticar la evolución argumental, porque en conjunto es una novela gráfica inolvidable. En concreto, los dos primeros tomos, insuperables, maravillosos. Para aplaudir ahora mismo.
El dibujo, como ya he dicho, es impecable. Sólo Thorn parece sufrir ciertas irregularidades en el aspecto gráfico, y como es un personaje adolescente, a veces parece una mujer y otras una niña. Por lo demás, todo perfecto. Hay viñetas espectaculares, y diálogos estupendos. La atmósfera de ‘Bone’ es sencillamente delirante. Los humanos conviven con dragones, con gatos gigantes, langostas, animales del bosque, las mencionadas monstrorratas y aún así uno se encandila con la maravilla que se le está presentando ante sus ojos: hay tantos chistes (buenos), tantas situaciones tan disparatadas como ingeniosas, que la lógica se rinde ante la guasa. El libro preferido de Bone es ‘Moby Dick’, el clásico de Herman Melville, y en algunas circunstancias, ha de usarlo como arma para dormir a sus enemigos, lo que no deja de ser significativo. Phoney Bone, un personaje que no es calificado de villano por poco, llega a «domesticar» a los aldeanos del pueblo de Thorn y la abuela mediante el miedo y la paranoia.
En fin, que ‘Bone’ es un cómic incombustible, fundamental, una obra maestra con la que uno se pregunta si su infancia habría sido más feliz (o al menos más divertida), si estos personajes hubieran formado parte de ella junto a Mortadelo y Filemón, Tintín, Superlópez y todos aquellos tebeos que copaban con orgullo las estanterías.
Descarga del primer número | Astiberri
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