‘Batman: Chamán‘ y ‘Batman: Veneno‘, primer y cuarto arco argumental de la legendaria ‘Leyendas del caballero oscuro‘, la cabecera de Batman que ofrecía historias autoconclusivas y que se unía en 1989 a ‘Batman‘ y ‘Detective Comics‘ en la oferta mensual sobre el protector de Gotham; se levantan como contribuciones fundamentales a la mitología del Caballero Oscuro, desvelando capas menos convencionales de Gotham y su emblemático defensor. Publicadas, como decimos, entre finales de los ochenta y comienzos de los noventa, con el personaje en boca de todos gracias al salto a la gran pantalla del personaje en manos de Tim Burton, estas historias ofrecen una perspectiva única y esencial sobre el héroe de Gotham City.
En ‘Chamán‘, Dennis O’Neil nos sumerge en un viaje espiritual junto a Batman, alejándonos de los enfrentamientos diarios contra el crimen. La narrativa profundiza en la psique del héroe, explorando su conexión con el misticismo y la naturaleza. El muy personal trazo de Ed Hannigan aporta un estilo visual que no solo complementa eficazmente la historia, sino que también capta la dualidad de Batman mientras se enfrenta a lo sobrenatural. La obra, en su conjunto, se presenta como una introspección única en el alma atormentada del Caballero Oscuro, mostrándonos su lado más humano en medio de la oscuridad que lo rodea.
‘Veneno’, por su parte, con guion de O’Neil y arte de Trevor Von Eeden, nos sumerge en una Gotham afectada por una nueva droga. La trama somete a Batman a una prueba de límites físicos y emocionales al enfrentarse a los estragos de esta sustancia adictiva. Von Eeden, con su arte dinámico, refleja la intensidad emocional de la narrativa, pero es la extrema habilidad de José Luis García López en el entintado la que aporta profundidad y sofisticación, llevando la expresividad y la riqueza visual del trabajo de Von Eeden a otro nivel; tanto, que si no fuera porque aparece acreditado, juraríamos que las planchas de ‘Veneno’ son obra y gracia de nuestro compatriota. A la postre, los cinco números de ‘Veneno’ destacan por su representación cruda y realista de los desafíos que enfrenta el Caballero Oscuro en una Gotham más sombría que nunca y, sobre todo, por la trascendental influencia posterior que la droga a la que se enfrenta el señor de la noche tendrá en la creación de uno de sus villanos más icónicos: Bane. Elementos introducidos en esta historia resonarán en obras posteriores, configurando la brutalidad y la táctica estratégica del hipertrofiado antagonista que llegará a quebrar al murciélago.
Aunque, en términos gráficos, ambos arcos se muevan a niveles muy diferentes —huelga decir que, dada nuestra debilidad por García López, lo que plantea Hannigan nos convence lo justo— es imperativo reconocer la relevancia histórica de estas dos aventuras, ya que su innegable influencia ha dejado una marca indeleble en la evolución del Caballero Oscuro. No obstante, sería preciso abstenerse de etiquetarlas automáticamente como «obras maestras», permitiendo que su valor perdure en la exploración de las dimensiones más oscuras y complejas del héroe en la oscuridad de Gotham y dejando a ambas como lecturas esenciales para aquellos que buscan comprender las complejidades del héroe y la ciudad que juró proteger.
Batman: Chamán y Veneno
- Autores: VVAA
- Editorial: ECC Ediciones
- Encuadernación: Cartoné
- Páginas: 288 páginas
- Precio: 36,50 euros