Se le ha denominado de muchas maneras, pero la que siempre logra superponerse a las demás es esa etiqueta de “nuestro dibujante de cómics más universal”. Y méritos no le faltan. Desde que irrumpiera en el mercado norteamericano allá por 1994 con el ‘Flash’ que por aquél entonces guionizaba Mark Waid, Carlos Pacheco ha ido moviéndose a paso de gigante hasta ser considerado como uno de los referentes inexcusables a la hora de hablar de las estrellas del cómic de superhéroes yanqui.
Pero este san roqueño que se licenció en biología para abandonar su práctica y dedicarse de lleno a lo que le había gustado desde pequeño —dibujar cómics, obviamente— siempre ha tenido mucho más que ofrecer que lo que los encorsetados patrones del tebeo de superhéroes imponen a cualquier artista que a ellos quiera acercarse. Y si algo ha ido trascendiendo de sus muchas incursiones en este campo en títulos como ‘Bishop’, ‘Starjammers’, ‘X-men’, ‘Los Cuatro Fantásticos’, ‘Superman’ o la magnífica ‘Siempre Vengadores’, donde Pacheco demostró lo mucho que podía llegar a ofrecer fuera de los cómics de personajes con mallas y superpoderes fue en este ‘Arrowsmith’.
Un trabajo que, a tenor de lo que le hemos visto desarrollar en Marvel en los últimos años, se alza sin dificultad como el último gran tebeo de nuestro compatriota…hasta la fecha, claro está, que hay que seguir confiando en que volverá a encontrar el camino que lo aparte del irregular talante que su estancia en el ‘Capitán América’ de Rick Remender o en esa muy prescindible miniserie de ‘Escuadrón Siniestro’ han expuesto de forma descarnada.
Proyecto personal en el que el artista se implicó sobremanera con la ayuda de Kurt Busiek, ‘Arrowsmith’ surge ante la insistencia de Jim Lee de que Carlos realizará algo, lo que fuera, bajo el sello de Wildstorm. Recién terminada la citada maxiserie de los Vengadores —probablemente lo mejor que se ha publicado sobre el grupo—, las ganas de Busiek y Pacheco de seguir trabajando juntos fue el denonante que faltaba para que se propiciara el caldo de cultivo adecuado del que nacería ‘Arrowsmith’.
Desde la primera página de la única miniserie de seis números que se ha publicado hasta la fecha —aunque Busiek afirmara en su momento que ya tenía escrita una segunda miniserie y algún rumor más acerca de la inminencia de la continuación haya llegado en los dos últimos años a nuestros oídos— ‘Arrowsmith’ dimana un cariño tremendo en el espectacular trabajo de Pacheco a los lápices y Jesús Merino a las tintas. De hecho, tal es la personalidad, la fuerza y la solidez que aporta el trabajo de éste último, que su ausencia sobre las páginas planteadas por el dibujante es un factor fundamental en esa irregularidad actual de la que hablábamos un poco más arriba.
Inventando un mundo desde la nada, la plausibilidad del mismo es acción directa de un Pacheco que vuelca su atención en todos los factores que hacen grande a una página aviñetada: caracterización de personajes, cuidado por la ambientación en fondos e indumentarias —en este sentido hay viñetas y páginas que son impresionante motivo de asombro—, espectacularidad en las escenas de acción, efectividad plena en las de diálogos, narrativa soberbia…todo en ‘Arrowsmith’ se alinea para acercarnos a una acción que se desarrolla en una Primera Guerra Mundial algo alternativa, en la que el mundo no es como lo conocimos ya que ha cambiado por completo gracias a la existencia de la magia.
Un gran tebeo de aventuras cuyo única falla es no haber contado con una más que necesaria continuación. ¿La veremos algún día?
Arrowsmith
- Autores: Kurt Busiek, Carlos Pacheco y Jesús Merino
- Editorial: ECC
- Encuadernación: Cartoné
- Páginas: 112 páginas
- Precio: 16,10 euros en
Buen Articulo, si me permites una pequeña corrección:
«todo en ‘Arrowsmith’ se aliena »
supongo que la palabra correcta es alinea.
Una tontería, pero ahí está para que el redactado quede redondo.
Un saludo!
¡¡¡Ostras!!! Ni me había dado cuenta. Muchas gracias por el «soplo» Jose 🙂