'Ace Thunders', ¿Héroe? Sí, pero (muy) a su manera

Si bien es mucha la distancia que se plantea entre ambas obras, hay en ‘Ace Thunders‘, fresca, divertida y muy interesante propuesta que nos traen desde Fandogamia en una edición que, como la de ‘Nacido de las estrellas’, se sale por la tangente de lo que cabría asociar a los estándares de la editorial; puntuales concomitancias con la magistral ‘¡Universo!’ que, de repente y de manera inesperada, hacen que las sensaciones ante lo que Josep Busquet y Javi de Castro venían desarrollando, de un salto cualitativo considerable para terminar alzándose como un tebeo más que notable gracias, sobre todo, al apretón de manos que se dan el humor cínico y algo negro que predomina durante las 64 páginas con la ciencia-ficción que, marco de fondo, salta a primera plana en ese muy, pero que muy afortunado instante en que los autores parecen mirarse en la obra de Albert Monteys.

Hasta que eso pasa, ‘Ace Thunders’ nos presenta, con toda la sorna posible, al personaje homónimo, un «héroe» caradura y cobarde que sólo busca la fama rápida y que se vende por lo que sea —y el guión es muy claro al respecto de las bajezas que está dispuesto a aceptar con tal de seguir haciendo crecer la inexistencia de su nombre— con tal de salir de soslayo en una foto en la que algún héroe sin entrecomillar haya vencido al villano de turno. Aunque pueda parecer que el recorrido de esta premisa tiene mecha corta y que tras pocas páginas Busquet ya ha compartido las limitadas iteraciones que la idea da de sí, la lectura demuestra todo lo contrario en lo que se adentra en la deleznable y desternillante personalidad del particular protagonista y en las muchas y muy imaginativas maneras en que trata de subsistir agarrado a una vida que no existe en un mundillo, el de los auténticos héroes, que ni le necesita, ni le quiere.

En esa exploración de la otra cara de ser héroe, Busquet logra que mantengamos una sonrisa permanente cuando no la risotada espontánea ante la burrada de turno, algo que queda enmarcado de manera tremendamente efectiva por el sencillo estilo de dibujo de Javi de Castro: el autor de la SOBERBIA ‘Villanueva‘ —queremos de nuevo algo firmado sólo por él, y lo queremos ya— se adapta a la perfección a las eclécticas necesidades de una historia plagada de giros poco ortodoxos —de nuevo, ese instante en que ‘Ace Thunders’ se acerca, y cómo, a ‘¡Universo!’— y la pulcritud de su narrativa resulta ser la herramienta definitiva que las argucias argumentales de Busquet necesitan para terminar de convencernos de que estamos ante uno de esos tebeos que, sí, no te cambiarán la vida pero, ¿y lo bien que se lo pasa uno leyéndolo?.