¿Qué levante la mano quien no sitúe a Katsuhiro Otomo en el mapa? Sí, ya sé que está en Japón pero me refería al mapa del panorama manganime. Si aún así no lo visualizáis, sólo diré una palabra Akira, el Blade Runner particular del país del sol naciente y obra maestra muy poco cuestionable del manga y el anime. Otomo es su creador. Creo que las presentaciones están hechas.
No voy a hablar ahora de Akira (eso se hará dentro de muy poco), sino del manga que Otomo firmó después de esta, ‘Memorias’, una obra que aquí nos llegó hace un tiempo fragmentada en dos tomos no muy densos de la mano de Ediciones La Cúpula.
‘Memorias’ es un compendio de historias cortas e inconexas que plasman a la perfección la obra general de Otomo, como si fuera un elaborado portafolio con el que presentarse ante cualquiera que desconozca por qué lares del manga se mueve Otomo. Y eso queda perfectamente claro, por los más raros.
No me refiero a que sean precisamente los emplazamientos y contextos de estas historias cortas lo que las hace extrañas, sino a la manera que tiene Otomo de narrarlas y su habilidad para cruzar conceptos a priori incompatibles. Un ejemplo de esto está en la historia titulada ‘Hair’, en la que un inmaculado mundo futurista luchas contra una rebelión en las calles, cuyos precursores son una banda de melenudos amantes del rock de los 70. Por supuesto Otomo deja perfectamente claro que se trata de una firme alegoría del movimiento hippie y la eterna lucha contra el orden establecido.