Enigmática, sugerente, inquietante… Son algunos de los adjetivos con los que podemos describir esta obra del joven mangaka Inio Asano, que parte la pana con cada nueva historia que publica. La trama se construye de forma caleidoscópica en torno a varios jóvenes solitarios que cargan sobre sus espaldas con el peso de duras experiencias del pasado.
De niño, Suzuki era un chico desarraigado que mira con indiferencia el mundo que tiene a su alrededor. Bajo esa coraza, oculta una personalidad compleja que aúna la furia del rebelde y la esperanza del soñador. Por su parte, Komatsuzaki era el típico niño problemático que no dudaba en hacerle la vida imposible a muchos de sus compañeros de clase. No obstante, su pasión por Arie, la niña cuya historia se nos va desvelando poco a poco, nos deja entrever que hay cierta calidez bajo su gélido armazón.
Por último tenemos a Arakawa, una joven confusa que no puede evitar que sus pasos la lleven en ocasiones por el rumbo equivocado. Junto a ellos, hay todo un elenco de secundarios muy bien elaborados que cumplen a la perfección su papel en este drama con tintes de thriller. Y a su alrededor, cientos de mariposas con una función simbólica a la que cada lector deberá dar su propio sentido.