Enigmática, sugerente, inquietante… Son algunos de los adjetivos con los que podemos describir esta obra del joven mangaka Inio Asano, que parte la pana con cada nueva historia que publica. La trama se construye de forma caleidoscópica en torno a varios jóvenes solitarios que cargan sobre sus espaldas con el peso de duras experiencias del pasado.
De niño, Suzuki era un chico desarraigado que mira con indiferencia el mundo que tiene a su alrededor. Bajo esa coraza, oculta una personalidad compleja que aúna la furia del rebelde y la esperanza del soñador. Por su parte, Komatsuzaki era el típico niño problemático que no dudaba en hacerle la vida imposible a muchos de sus compañeros de clase. No obstante, su pasión por Arie, la niña cuya historia se nos va desvelando poco a poco, nos deja entrever que hay cierta calidez bajo su gélido armazón.
Por último tenemos a Arakawa, una joven confusa que no puede evitar que sus pasos la lleven en ocasiones por el rumbo equivocado. Junto a ellos, hay todo un elenco de secundarios muy bien elaborados que cumplen a la perfección su papel en este drama con tintes de thriller. Y a su alrededor, cientos de mariposas con una función simbólica a la que cada lector deberá dar su propio sentido.
Nijigahara es un lugar recurrente para estos personajes. Es un terraplén por el que discurre un río, y allí tendrán lugar buena parte de los acontecimientos que marcan sus vidas. El autor reconstruye estos sucesos a través de saltos en el tiempo que, si bien pueden dejar al lector un poco confuso al principio, no tardan en ir cobrando sentido, hasta que todos los cabos sueltos quedan atados.
El manga disecciona las inquietudes de la infancia y la adolescencia, así como las pasiones más bajas e irrefrenables del ser humano. De todas formas, antes que respuestas, lo que esta obra nos plantea son nuevos enigmas que sumados a la crudeza de algunas situaciones nos hará llegar esta lectura más adentro de lo que podamos imaginar.
En cuanto al dibujo, Asano es uno de mis mangakas favoritos en la actualidad, así que no puedo hacer otra cosa que quitarme el sombrero ante su buena mano para el diseño de personajes y localizaciones. Su forma de narrar también es excelente, y mucho más reposada de lo que suele ser habitual en el manga.
A quien sí debo dar un tirón de orejas en esta ocasión es a la edición de Ponent Mon. Que el papel sea ligeramente amarillento no supone un lastre, pero transparenta en algunas páginas, y en la maquetación se cortan algunos bocadillos de vez en cuando. No es que sean fallos demasiado graves, pero con una obra tan buena (y que además cuesta 15 euros), la edición precisa de todos los mimos necesarios, y precisamente eso es algo por lo que esta editorial siempre ha destacado.
En cualquier caso, ‘Nijigahara Holograph’ es un manga profundo y adulto que requiere más de una lectura para captar todo lo que lleva dentro. Ahora sólo falta que Ponent Mon publique ‘Solanin’, también de Asano, para terminar de hacerme feliz.
1 comentario en «‘Nijigahara Holograph’, o el vuelo de las mariposas»
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