Atención, este artículo contiene información de una película recien estrenada, y por lo tanto puede contener spoilers.
Descansando un poco de la vorágine de noticias provinientes de San Diego me dispuse a ver la nueva película de Expediente-X. Básicamente por curiosidad, por ver cómo es, iba dispuesto a tragármela aunque fuera la mayor bazofia creada en más de cien años de cine. Era una película de una de mis series favoritas de todos los tiempos, así que había que verla.
La película no está del todo mal. Se deja ver, tiene buen ritmo, aunque al final se hace un poco pesada y se te queda la sensación de estar viendo un capítulo doble de esos que solían hacer a menudo. Lo dicho, no está mal, pero, a mi entender, no merece el precio de la entrada normal, quizás precio reducido de hora golfa (madrugada de los sábados) o de Día del Espectador…