Es el año 90.000 A.C., la última edad de hielo está cambiando lentamente la faz de la Tierra y las distintas especies luchan por adaptarse en una carrera evolutiva por la supervivencia. Cada jugador controla a uno de los seis grandes grupos animales (mamíferos, reptiles, aves, anfibios, arácnidos e insectos) partiendo de un frágil equilibrio natural que no tardará en romperse ante el inexorable avance de la glaciación, empujándonos a expandirnos en busca de nuevos territorios con más recursos y a adaptarnos al medio para ser más eficientes.
Dominant Species nos plantea de un modo abstracto aunque muy bien atado los devenires de la selección natural, de la supervivencia del más apto. En cada turno, a través de la colocación de nuestros escasos peones, podemos realizar una serie de acciones para influir en nuestro propio grupo animal (animal desde ahora por abreviar) o en los territorios y recursos (elementos) de los que dependemos. La diversidad de decisiones es brutal: 12 acciones disponibles desde el principio, algunas de ellas con múltiples posibilidades que convierten el juego en un complejo pero satisfactorio puzzle a descifrar.
Una de las primeras cosas que debéis comprender es que cada animal ha evolucionado hacia un elemento, el agua en el caso de los anfibios, el sol en el de los reptiles o la carne de otros animales en el de los mamíferos. Al inicio de la partida se comienza con seis losetas hexagonales alrededor de una loseta central de tundra y dos fichas de cada uno de los seis elementos repartidas ocupando sus esquinas.
Para tener la supremacía de una loseta lo que importa no es el número de especies (cubos) de nuestro animal que tengamos en él, sino lo bien adaptados que estemos al medio. Es decir, que obtengamos más que nadie tras multiplicar los elementos presentes en una loseta a los que estamos adaptados por el nivel de adaptación a esos elementos de nuestro animal. Por ejemplo, las aves parten con una adaptación de dos fichas de semilla, de forma que si nos colocamos en una loseta con abundancia de estas, digamos con fichas de semilla en tres de sus esquinas, entonces nuestro nivel de supremacía será de seis (dos por tres).
Dicho esto pasamos directamente a las acciones posibles:
- Iniciativa. Avanzamos en el orden de turno (inverso a la cadena alimenticia) para tener más posibilidades de optar a esa acción que siempre se nos escapa de las manos.
- Adaptación. Cogemos un elemento disponible y lo colocamos en nuestra tarjeta de forma que si, continuando el ejemplo de las aves, añadimos un tercer elemento de semilla, el resultado de la multiplicación será ahora de nueve (tres por tres). Especializarnos en un elemento nos hace muy fuertes en algunos territorios, pero nos coloca en una situación difícil en el resto.
- Involución. Esta no es una acción que escoges para hacer algo, sino para evitar que ese algo suceda: la eliminación de un elemento de nuestra ficha. Lo que sucede es que los elementos que no cogió nadie en la ronda anterior con la acción de adaptación pasan automáticamente a la de involución, y en la siguiente ronda, las que no haya retirado nadie mediante esta acción afectarán negativamente a todos los jugadores que tengan esos elementos en sus fichas (añadidos mediante adaptación, no impresos) sufriendo una regresión evolutiva.
- Abundancia. Nos permite colocar un elemento disponible en la esquina libre de una loseta.
- Desertización. Similar a la involución, solo que referente a los territorios en lugar de a los animales. Colocándonos aquí eliminamos un elemento de la zona de desertización. Los que se quedan se retiran al final de la ronda de las esquinas en contacto con una loseta de tundra dando potencialmente un giro al equilibrio de ese ecosistema (por ejemplo, haciendo que las aves dejen de tener semillas y pierdan su supremacía).
- Agotamiento. Elimina una ficha de elemento presente junto a esta acción de una loseta cualquiera del juego. Muy útil para hacer que te salgan las cuentas y pases a ser la especie dominante.
- Glaciación. Hacemos crecer la tundra colocando una loseta de este tipo sobre otra adyacente a ella, lo que reduce la población de todos los animales que allí estuviesen a un único cubo, elimina todos los elementos rodeados completamente por la tundra y nos da puntos de victoria directos.
- Especiación. Tiene seis posiciones distintas, una por cada elemento, y nos ofrece la posibilidad de que surjan más especies diferentes de nuestro grupo animal (a efecto de juego, colocar más cubos) en todas las losetas adyacentes a una ficha de ese elemento.
- Expansión. Colocamos una nueva loseta en un hexágono vacío añadiéndole además un elemento en una de sus esquinas y ganando puntos de victoria directos en función al número de losetas adyacentes. Luego, siguiendo el orden de la cadena alimentaria, todos los jugadores con presencia en losetas adyacentes pueden mover el número de cubos que quieran a esta nueva loseta.
- Migración. Para mover a nuestras especies de aquí para allá. Es la acción perfecta a realizar después de una buena especiación para expandirnos por el mundo, algo cuya importancia pronto explicaré.
- Competición. Es la hora de las tortas. Esta acción cuenta con siete huecos, cada uno en contacto con tres tipos de terreno distintos. Colocándonos en uno de estos huecos podemos eliminar un cubo de cada jugador en hasta tres losetas en las que estemos presente, una de cada tipo de terreno marcado. Pero ojo, la carnicería se va realizando de izquierda a derecha, lo que quiere decir que cuando nos toque, quizás ya no sigamos vivos en la/s loseta/s que queríamos atacar.
- Supremacía. Por último, la acción de puntuar en una loseta que dominemos (lo que os conté al principio de la adaptación a los elementos de una loseta multiplicándolos) y coger y utilizar una de las devastadoras cartas que hayan sido desveladas sobre el tablero. Hay algunas muy divertidas como la catástrofe, que elimina todas las especies salvo una de la loseta que queramos y una especie de cada loseta adyacente a esta. La bomba.
Llegados a este punto es cuando subrayo la importancia de expandirnos y adaptarnos a más de un elemento, ya que la supremacía no solo da puntos a quien ejecuta la acción y domina una loseta, sino también (aunque en mejor cantidad) a los que están en segunda y tercera posición en esa loseta. Como comprenderéis, aquellos que reciban puntos no solo por sus propias acciones sino por las de los demás tendrán más posibilidades de coronarse como el ganador.
Conclusiones
Yendo al grano. Dominant Species me parece un gran juego, un juego duro y complejo como pocos, pero excepcionalmente bien diseñado y una de esas raras ocasiones en las que las mecánicas y temática de un eurogame están tan bien fusionadas que resultaría imposible imaginarlas por separado. Tanto es así que todo el tema de la adaptación se termina trasladando a nuestra propia estrategia, obligándonos a reaccionar no solo en cada ronda, sino a veces también con cada acción. Esto no es un Agricola, aquí la interacción es total. Nada es seguro, y si ahora vas ganando, dentro de un minuto puedes estar contra las cuerdas.
Pero este caos también lo colocan en una posición complicada especialmente si tenemos en cuenta su larga duración y la enorme cantidad de juegos de mayorías y colocación de trabajadores (rebautizados como puntos de acción en este caso) que existen ahí fuera, casi todos ellos más accesibles y breves.
Si te gustan los juegos sesudos, no te importa dedicar toda la tarde a ellos y tienes un grupo experimentado que no sufre de problemas de análisis parálisis, no lo pienses ni un segundo. Pero si terminas desesperado fuera de la partida, observando los huecos del tablero de acciones con la mirada perdida, no me culpes a mi.
Dominant Species (2010)
- Autor: Chad Jensen
- Editorial: GMT Games (Inglés)
- Edad: 14+
- Duración: 180 minutos
- Jugadores: 2-6
- Precio: 57,95 euros en Zacatrus!
- Dominant Species es uno de esos juegos que se vuelve mejor a cada partida.
- Las mecánicas del juego están perfectamente fusionadas con el tema de la adaptación de las especies.
- Cada decisión puede modificar el curso de la partida. Adáptate a los nuevos escenarios y avanzarás, quédate anclado en una estrategia y caminarás hacia la extinción.
Lo bueno
- Su precio es excesivo, aunque por desgracia se mueve en un rango cada vez más poblado.
- Con muchos jugadores el tablero cambia con tanta frecuencia que es difícil establecer estrategias incluso a medio plazo.
- El calculo constante de la dominación es algo agotador.
- Es fácil que se vaya bastante de tiempo.
Lo malo
Sitio oficial Dominant Species