‘Viejos descubridores’, alocado entretenimiento

Parece una de esos chascarrillos propios de un chiste, uno de esos de «Un francés, un inglés, un alemán y un español se encuentran en…» pero, en lugar de jugar con nacionalidades, lo que baraja Marc Tinent, guionista de este simpático volumen ganador de la Beca Carnet Jove Connecta’t al Cómic 2016, son cuatro personajes históricos fundamentales, no ya en el devenir de nuestro país, sino en el de la humanidad. Así, el posible chiste sería «Colón, Alonso de Ojeda, Americo Vespucci y Ponce de León se encuentran en la selva tropical en busca de la fuente de la juventud eterna…». Cuatro descubridores que abrieron el camino a posteriores generaciones del viejo mundo a que dejaran atrás la Europa de sus ancestros y viajaran a las américas y que aquí, entre sexagenarios y octogenarios, volverán al nuevo mundo siguiendo la pista del último de ellos con la esperanza de dar con el manantial que les otorgue de forma permanente la lejana juventud.

Mezclando dicha búsqueda con una tribu de caníbales y con varias deidades que se interpondrán en su afán de dar con tan preciado secreto, son la simpatía y un muy alocado ritmo los que marcan el transitar por una lectura de desiguales resultados si a lo que hemos de atenernos es a comparar el discurrir de su tramo inicial —desbocado y atribulado— con lo que nos ofrece su segunda mitad, más pausada y menos dada a avanzar a trompicones. Sin duda respondiendo a las exigencias del guión, la narrativa de Lourdes Navarro discurre por similares derroteros, y nada tienen que ver las irregulares páginas que conforman el primer tramo del volumen publicado por Evolution Cómics con aquellas que, toda vez los héroes alcanzan su anhelado destino, nos acercan a las dificultades que los citados dioses pondrán en los últimos pasos de su camino. Colorido, de cualidad ligera y despreocupada, ‘Viejos descubridores’ es un tebeo cuya única pretensión es conseguir que pasemos un rato agradable. Y a fe mía que lo consigue.