Comentaba el otro día en conversación telefónica con un viejo amigo que comparte desmedida pasión por esto de los cómics, que Francis Manapul necesitaba a la de «ya» un proyecto a la altura de su DESCOMUNAL talento; que ya era hora de que DC dejara de encargarle fill-ins o números unitarios—lo último que le leí estuvo enmarcado dentro del ‘Death Metal‘ que puso fin al mega proyecto de Scott Snyder para con el Universo DC— y que tuvieran a bien darle espacio y tiempo para que el filipino pudiera desarrollar algo como lo que hizo en su estancia en el Flash de las Nuevas 52. De hecho, comentábamos en esa misma conversación que sería genial que la editorial pusiera en sus manos algo como el ‘Tierra Uno‘ que han llevado a cabo Geoff Johns y Gary Frank con Batman, porque creíamos que ahí daría el do de pecho un guionista y dibujante que, cada vez que irrumpe en la página impresa, lo hace con una fuerza asombrosa, como bien cabe observar en los números de este ‘Trinidad: la unión hace la fuerza‘ con el que ECC recoge los once primeros números de la serie que rescató el triple protagonismo de Batman, Superman y Wonder Woman.
Salta a la vista, cuando uno se asoma a las páginas de Manapul, que no tiene que ser fácil para el artista seguir el ritmo mensual de publicación—de ahí nuestra reflexión acerca de otros tipos de proyectos—; y es que su narrativa, muy dada a composiciones de página que dejan boquiabiertos, no es de las que se encajan y ejecutan a plancha por día, que es más o menos la cadencia de producción que tiene que llevar cualquier dibujante sometido a la disciplina de una serie regular —la ya citada ‘Flash‘ o la estancia que él y Brian Buccellato estuvieron a bordo de ‘Detective Comics‘, también durante las Nuevas 52, son escaparates más que evidentes de la naturaleza inquieta del artista y de que, llegado el momento, debía recurrir a colegas para poder coger aliento—. ‘Trinidad’ no es una excepción, y con un trazo cada vez más depurado y asombroso, Manapul sigue explorando estructuras como las que vemos en los primeros compases del primer número de la serie, estructuras que hablan de sobra del fabuloso entendimiento por parte del artista de lo que tiene que ser un cómic de superhéroes.
De hecho, ese entendimiento se lleva un paso más allá en unos guiones —los suyos, que no los de un Cullen Bunn que no termina de cuajar— que plantean, en los dos arcos argumentales que contiene el volumen, sendas aventuras que, al margen de entretener, tratan de explorar la idiosincrasia de los seres con poderes. Es más, sin arredrarse ni un ápice, el primero de ellos mira con ojos tiernos a ‘Para el hombre que lo tiene todo‘, la legendaria historia de Alan Moore y Dave Gibbons para Superman y, jugando en la dualidad continuación/homenaje de/a la misma, incorpora algunas ideas que no estaría mal recuperar en algún momento del futuro. El otro, situado de manera exclusiva en la Atalaya de la Liga de la Justicia, es todo un ejemplo de ejercicio «a la ‘Alien‘» que, de nuevo, nos deja unas planchas para babear a placer. En comparación con estas, el trabajo de Clay Mann o Emmanuela Lupaccino es poco más que correcto y completan un volumen más o menos autoconclusivo de esos que se pueden leer sin necesidad de saber nada del universo DC, algo que, para los que detestan la continuidad, será, sin duda, un valor añadido.
Trinidad Vol. 01: La unión hace la Fuerza
- Autores: Francis Manapul, Cullen Bunn y Clay Mann
- Editorial: ECC Ediciones
- Encuadernación:Cartoné
- Páginas: 264 páginas
- Precio: 29 euros