Un Max Schrek convertido en Nosferatu por mano de Murnau nos observa, desde la portada, con aire melancólico a la par que terrorífico. Cadavérico y mortecino, sus ojos reflejan una honda tristeza, como la de aquél que sabe de su muerte y carga consigo a la parca.
Eso es todo lo que necesita ECC para sentar el tono con el que Alberto Breccia caracterizó los relatos incluidos en esta nueva apuesta de la editorial por continuar completando, allí donde se pueda, los muchos rincones inéditos en nuestro país de la tebeografía del maestro argentino. Unos rincones antes oscuros a los que ya han arrojado luz títulos como ‘¿Drácula, Dracul, Vlad? ¡Bah…!‘, ‘Un tal Daneri’ o ‘Había Otra vez… El Lado Oscuro De Los Cuentos infantiles‘ y que ahora se adentran en los dominios del sueño de mano de cinco historias que cuentan con lo onírico en diferentes grados de intensidad como hilo conductor.
Adaptando a sendos escritores en cada uno de ellos, por las manos expertas de Breccia y las no menos habilidosas de Norberto Buscaglia —el encargado de adaptar los textos originales a tan reducido formato como el que encontramos aquí— pasan nombres como los de Giovanni Papini, Jean Ray o H.P. Lovecraft, mientras que es el propio Breccia, sin auxilio externo, el que, inspirándose en Lafcadio Hearn o Robert Louis Stevenson, completa el quinteto de ensueño. Todos ellos, como decimos, tienen en común, no ya al personaje de la portada, un ser sombrío que ocupa sólo el primero y quizás mejor relato de la agrupación, sino ciertas tonalidades que se escapan al mundo de la vigilia y se adentran decididas en aquello que nuestro cerebro construye cuando la noche llega, las luces se apagan y las tierras de lo imposible se cuelan en nuestras existencias.
Su brevedad que en otros casos hubiera sido limitante y castrante, no impide dejarnos maravillar por la capacidad de Breccia para lo que logró siempre que se ponía delante del tablero: mezclar cuatro colores, dar cuatro pinceladas y decir más que el más hiperrealista de los artistas. La sugerencia, el indicar sin indicar y el construir sin más que unas pocas manchas se convirtió en el argentino en todo un arte inimitable que, mezclado con su gusto por las historias impregnadas de negrura y cinismo, sarcasmo y cierto halo de desprecio hacia la podredumbre de espíritu, daba como resultado ambientes opresivos y malsanos en los que habitan lo peor que nuestra especie puede ofrecer. Mucho hay de eso en la particulares versiones de Lovecraft o Ray, y también, aunque en un momento dado parezca lo contrario, en la inspiración que el ‘Dr. Jekyll y Mr. Hyde’ de Stevenson genera en el artista. Con todo, no es ni de lejos su álbum más redondo pero, claro, cualquier Breccia, por muy discreto que sea, ya es más que muchos álbumes notables de cualquier otro autor.
Sueños pesados
- Autores: Alberto Breccia
- Editorial: ECC
- Encuadernación: Cartoné
- Páginas: 64 páginas
- Precio: 14,95 euros