Fabien Vehlmann es un guionista por el que sentimos mucho aprecio y admiración en estos lares. Sus obras, tanto aquellas dirigidas al público adulto como al juvenil, siempre resultan sorprendentes, estimulantes, amenas de leer, de ahí que lo tengamos en el punto de mira cada vez que uno de sus trabajos desembarca en nuestro país. En esta ocasión nos centraremos en el álbum con el que Vehlmann se puso a los mandos de uno de los personajes más queridos del tebeo francobelga: Spirou. ‘La amenaza de los zorketes’ no fue la primera historia protagonizada por nuestro pelirrojo amigo que escribió, ya que a mediados de los 2000 firmó ‘Los gigantes petrificados’ junto a Yoann, el dibujante que vuelve a acompañarlo a los lápices en esta nueva aventura. La cuestión es que aquel álbum formó parte de la colección alternativa ‘Una aventura de Spirou y Fantasio por…’, así que no fue hasta ‘La amenaza de los zorketes’, publicada originalmente en 2010, cuando tomó las riendas de la colección regular.
La andadura de Vehlmann al frente de Spirou comenzó tras la memorable etapa de Morvan y Munuera, que concluyó con el álbum ‘Los orígenes de Z’. Posiblemente una de las historias más complejas del personaje, con saltos temporales, Spirous de diversas épocas y un final que dejó a más de un lector con el culo torcido. Un final que en cierto modo marcó un cambio de época, y que Vehlmann aprovechó para devolvernos el regustillo clásico de las peripecias de Spirou, especialmente el de aquellas firmadas por el inimitable Franquin. ‘La amenaza de los zorketes’ arranca con un encontronazo entre Zorglub y el conde, un comienzo que a priori no se sale de lo normal, pero que desemboca en una historia muy entretenida y original. Alertados por una llamada del conde, Spirou y Fantasio acuden a toda prisa al pueblecito de Champignac y descubren que se ha convertido en una selva ignota, repleta de animales extraños y hongos gigantescos. Allí los acechan multitud de peligros, incluyendo los divertidísimos zorketes, cuya ferocidad solo es comparable a su estupidez. Unos personajillos gamberros y alocados, que en algún momento me han recordado vagamente a los entrañables Xunguis, y que me encantaría volver a ver por las páginas de Spirou.
El dibujante Yoann se encontró ante la épica tarea de hacernos olvidar —o, como mínimo, no echar mucho de menos— las fabulosas planchas que firmó José Luis Munuera durante la etapa anterior de Spirou. Que lo haya conseguido o no depende de cada lector, pero lo que es indudable es que Yoann dota a sus personajes de una expresividad, un dinamismo y una frescura envidiables. Algo que resulta indispensable a la hora de ilustrar este guión de Vehlmann, repleto de carreras, mamporros y momentos de acción desenfrenada. Su recreación de la selva en la que se ha transformado Champignac también es digna de elogio, y en más de una ocasión os encontraréis paseando la mirada detenidamente por las viñetas para absorber todos los detalles de los escenarios.
Así pues, Yoann y Vehlmann comenzaron su andadura en la serie regular de Spirou con muy buen pie, y a este ‘La amenaza de los zorketes’ no tardaron en seguirle nuevos álbumes que esperamos ver pronto editados en nuestro país.
Spirou y Fantasio: La amenaza de los zorketes
- Autores: Yoann y Vehlmann
- Editorial: Dibbuks
- Encuadernación: Cartoné
- Páginas: 56
- Precio: 13,50 euros