Lo dijimos cuando tuvimos la ocasión de repasar el álbum 51. Volvimos a afirmarlo con mayor insistencia si cabe cuando, no hace ni un año, nos acercábamos a las páginas del 52. Y ahora que tenemos en nuestras manos el 53, no podemos dejar de comenzar esta entrada insistiendo con mayor intensidad en el mensaje que llevamos enunciando desde que ‘La amenaza de los Zorquetes’ viera la luz en 2015: que el equipo formado por Fabien Vehlmann y Yoann Chivard ha sabido tomarle el pulso a las aventuras de Spirou y Fantasio desde el minuto cero y que las páginas que hemos podido leer hasta el momento —y seguro que en las de los dos álbumes más que nos quedan por descubrir— se dejan impregnar de la primera a la última viñeta del espíritu «Franquinista», ese que siempre cabrá denominar como epítome de lo que tan longeva serie lleva ofreciendo desde principios de la década de los cuarenta del pasado siglo.
Y, seamos francos, poder codearse con Franquin y, al hacerlo, estar al mismo nivel que lo que Tome y Janry consiguieron con su estancia en la cabecera no es, ni de broma, tarea sencilla. A fin de cuentas, estamos hablando de sendas instituciones —porque los años de Tome y Janry también lo son— que, copiadas hasta la saciedad, lograron establecerse como paradigmas de una forma de hacer tebeos que ha encontrado tantos intentos de imitación como fracasos al no saber capturar para sí lo que hacia de ellas enormes y geniales lecturas. Pero, como decía, Vehlmann y Yoann lo han logrado desde su primera incursión en el universo del botones más famoso de la historia del noveno arte, y ese sentido de la aventura alocada que no parece conducir a nada pero sí lo hace, los diálogos chispeantes y cargados de ironía que, de una manera u otra, siempre han sido marca de la casa, y el dibujo cargado de intención caricaturesca con claras herencias procedentes del séptimo arte encuentran en el tándem precisa traslación.
‘La trampa viperina’ es, como decía, ejemplar continuación del espléndido trabajo de Vehlmann en un guión que sabe a clásico, que recurre a la introducción de ciertos elementos de la cultura popular —atención a las apariciones de un par de personajes procedentes del cómic estadounidense y el cine—; que continua con el juego, ya establecido por Franquin y asentado en el ADN de la serie, de que Dupuis, la editorial belga encargada de publicar las aventuras de Spirou, exista en la realidad del cómic; que sabe como suscitar la intriga, como desarrollarla y como resolverla con un Deus Ex Machina que no resulta impostado o extraño y que encuentra en el «clásico pero contemporáneo» trabajo de Yoann lo que necesita en cada momento para que el lector se mantenga fascinado plancha tras plancha. Vamos, que no es de extrañar que, al cerrar el álbum uno piense, «qué diantres, ¡¡larga vida a Vehlmann y Yoann!!».
Spirou y Fantasio 53. La trampa viperinas
- Autores: Fabien Vehlmann y Yoann Chivard
- Editorial: Dib-buks
- Encuadernación: Cartoné
- Páginas: 48 páginas
- Precio: 12,82 euros en