'Spiderwoman. El reinado del diablo', el peso de la mujer araña

En un universo en el que la mayoría se los eventos vienen de la mano de invasores cósmicos o megalómanos tiranos de categoría internacional, que uno gire en torno a un personaje que, aún siendo uno de los grandes clásicos de la casa, siempre se ha movido a escala más local, no deja de resultar llamativo. Me refiero por supuesto a Kingpin, que en el recientemente concluido ‘El reinado del diablo‘, publicado aquí en cuatro números, sumaba a su habitual objetivo Daredevil —y por añadidura Elektra— un buen puñado de viejos conocidos como los mismos Cuatro Fantásticos o, ya vía crossover, el Soldado de Invierno o, por supuesto, Jessica Drew, como refleja el título del último recopilatorio dedicado a nuestra heroína, que, francamente, no lleva a engaño.

En plena efervescencia de spiderseres, sumando a nuestro viejo amigo y vecino Parker y el ya bien asentado Morales, personajes como Spider-Gwen, Spider-Ham o Seda, Spiderwoman es quizás de los que más papel ha ganado a lo largo de los años, ganándose todo un nombre como Vengadora y enfrentándose a situaciones tan poco habituales en las trayectorias de otros héroes como un embarazo. En este caso Jess arranca también de una situación poco común para el conjunto superheroico, un brazo roto que no le permite usar parte de sus poderes y le fuerza a tomarse la vida con más calma de a la que está acostumbrada, para llevarnos a una situación más bien cotidiana: la visita a una vieja amiga. Solo que esta, Lindsay McCabe, es especialista de cine, y tras una serie de derroteros en los que no faltarán ni ninjas —y esto es solo un aperitivo—, Drew se verá envuelta en los sucesos del Reinado del Diablo, en los que se enfrentará a una Skrull que no está dispuesta a ponerle las cosas precisamente fáciles e incluso a todo un grupo de villanos, los anti-arac que, dinosaurio incluído, va a poner todas sus fuerzas en acabar con ella.

Cinco números vertiginosos, llenos de acción, con un dinámico y cuidado dibujo de Pere Pérez que sabe sacar lo mejor de un personaje con quizás menos tendencias acrobáticas que otras spiderpersonas de la casa, pero que refleja con trazo ágil. Sin renunciar a hacer algún homenaje cinematográfico, como parece pedir el primero de sus capitulos, ‘Spiderwoman: el reinado del diablo’ es un cómic con una historia de cotidianidad natural y buen sentido del humor, que consigue alternar buen con los episodios más dramáticos y violentos, creando un conjunto tan equilibrado como atrayente.

Un cómic completamente disfrutable tanto para los que adoran a Jessica Drew como para aquellos que apenas sí conocen al personaje de refilón, suponiendo una buena oportunidad para acercarse por primera vez a la mujer araña. Tampoco es necesario, como ocurre en más de una ocasión en estos crossovers a veces excesivamente forzados, haber leído el arco original para seguir esta historia simpática y de buen ritmo que va a poner a prueba todos los recursos de nuestra protagonista, aunque quizás lo más probable es que, si no somos seguidores de la heroína, hayamos optado por este cómic si hemos disfrutado de este evento que va a transformar los universos del hombre sin miedo y la nueva Daredevil. ‘Spiderwoman: el reinado del diablo’ es uno de esos títulos que pueden quedar fácilmente olvidados en la balda frente a otros héroes que han debutado ya en el MCU y nombres más llamativos, pero es, ni más ni menos, un cómic que logra sin pretensiones entretener con todas las letras. Como muchas de las cosas que hace nuestra superheroína, algo que parece sencillo, pero que en absoluto lo es.