Será que estoy quisquilloso, pero a veces no acabo de entender por qué muchos cómics relacionados con el terror prefieren optar por el camino de la comedia para aligerar su propuesta, en vez de tratar de hacer una buena historia de miedo. Vale, la tarea no es sencilla, pero no por ello hay que dejar de intentarlo, ¿no? Pues bien, Bull Damn City Zombies, el nuevo esfuerzo colectivo de autores españoles publicado por Dolmen, sufre precisamente de eso: de que no se atreve a tomarse en serio a sí mismo, por lo que, al final, es inevitable verlo como un pasatiempo poco duradero.
Y es una pena, porque se le podría haber encontrado otro tono a este cómic «dedicado a George A. Romero». Ahora que los zombies se vuelven a llevar, habría sido interesante ver cómo respondían autores de aquí al reto de tratar el subgénero con interés. Sin embargo, se ha optado por plantear una especie de Zombies Party en la que cada uno de los nombres que intervienen en el tebeo tiene siete páginas para contar su chiste.