Con ocho álbumes publicados en Francia y una adaptación a la gran pantalla puesta en marcha (que, al parecer, se rodará en España), ‘Solos’ es la serie francobelga del momento. Y si sois de los que no suelen hacer casos a los superventas, vengan del lado del charco que vengan, hagan caso de la recomendación de este redactor y acerquénse sin dilación a la cabecera creada por Fabien Vehlmann y Bruno Gazzotti. Una cabecera de la que ya tuvimos la oportunidad de hablar allá por el mes de julio y que, con esta segunda entrega, no sólo confirma lo que ya opinábamos sobre ella, sino que supera todas nuestras expectativas y se configura como asombrosa heredera de los mejores momentos de ‘Perdidos’.
Importando muy poco que uno pueda o no contarse entre la legión de admiradores que a nivel mundial sigue teniendo (diez años después del comienzo de su emisión y cuando ya han pasado seis desde su polémico final) la serie creada por J.J. Abrams y Damon Lindeloff, en lo que a la genialidad de ‘Solos’ respecta, pocos paliativos podrían aducirse. Relato de misterio construido como mejor funcionan éstos, lo que Vehlmann ha planteado hasta la fecha en la serie es un preciso manual de como manejar al lector para llevarlo a su antojo por dónde quiere: construidos bajo un carisma a prueba de bombas, los seis niños protagonistas de ‘Solos’, que de buenas a primeras se encontraban en un mundo sin adultos, son el grupo de estudio del análisis que el guionista efectúa sobre la idiosincrasia humana. Reflejo fiel a escala menuda de la sociedad de sus mayores que ha dejado de existir, es muy probable que los lectores adultos que se acerquen a este magnífico cómic encuentren en los chavales de ‘Sólos’ toda una miríada de rasgos con los que identificarse.
Pero más allá de lo que se plantea desde el punto de vista sociológico, ‘Sólos’ es, como decía, un relato de misterio modélico. Uno de esos que a la que se cierra una puerta resolviendo algo, se abren otras tres tras las cuáles se ocultan aún mayores preguntas. Cajas dentro de más cajas que atrapan al lector sin remisión con la ayuda del soberbio trabajo a los lápices de un Gazzotti que afianza aquí la impresión inicial de que pocos artistas más idóneos que él podrían haber sido asignados a este proyecto. No cabe duda, al asomarnos a esas calles desiertas de París por las que campan a sus anchas los chavales de ‘Sólos’ lo estamos haciendo ante un cómic que bien podría ser el equivalente en papel de lo que el cine para niños y adolescentes era durante la década de los ochenta, esto es, un vehículo que no nos trataba con condescendencia, que miraba por estimular nuestra imaginación al tiempo que movía a nuestra temprana capacidad de reflexión y que, a la sazón, quedaba grabado a fuego en nuestra memoria para continuar allí treinta años después.
Todo eso y mucho más es ‘Solos’, ¿lo vais a dejar escapar?
Solos 2
- Autores: Fabien Vehlmann & Bruno Gazzotti
- Editorial: Dib-buks
- Encuadernación: Cartoné
- Páginas: 104 páginas
- Precio: 18,50 euros