'Snow Angels vol.1', la trinchera

Es Jeff Lemire, así que es inevitable volver a reiterar que, bajo el influjo permanente en el que vivimos, sometidos al talento del canadiense, resulta de todo punto imposible resistirse a cualquier cosa, por poco atractiva que nos pueda parecer a priori, que salga de su prodigiosa imaginación. ‘Snow Angels‘, publicada originalmente por Comixology en Estados Unidos, no responde ni de broma a ese postulado, y su premisa de partida es de esas que encienden nuestro interés haciéndolo que pase de 0 a 100 en los pocos segundos que uno tarda en explicar de qué va esta nueva cabecera de ciencia-ficción: un padre, dos hijas, un mundo helado y una trinchera de elevadas paredes que, infinita se mire hacia dónde se mire, y con sus propias reglas extremas de supervivencia, está a punto de convertir estas tres vidas en un calvario impredecible. Y ahora decidme, con la mano en el corazón, que con esa sucinta sinopsis no hemos conseguido que os sintáis irremediablemente atraídos hacia lo que sea que os espera en las páginas de este primer volumen de los dos en los que, al igual que ha hecho Dark Horse en Estados Unidos, Astiberri recopilará los diez capítulos en los que se desarrolla esta muy cinematográfica distopía.

Como quiera que un 99% de lo que ‘Snow Angels’ ofrece al lector descansa por entero en el efecto sorpresa que Lemire busca constantemente a lo largo de cada número y, sobre todo, en cada cliffhanger con el que terminan los aquí incluidos, resulta imposible revelaros más de la trama. Baste con que os digamos que el guionista, sabedor de que menos es más, juega muy bien con mínimos resortes argumentales para ir desarrollando el paulatino interés del lector, introduciendo a un villano legendario en la mezcla y trabajando mucho el conjunto desde el muy limitado número de personajes. El resultado es una lectura intensa y fugaz —las 104 páginas de estos cuatro primeros ejemplares pasan en menos de un suspiro— que se beneficia, y de qué forma, de las maneras visuales de un Jock espléndido, y eso que el artista no es de los que nos vuelven loco, pero hay que admitir que lo sucio y rápido de sus planteamientos gráficos y la espectacularidad de la que aquí hace gala para moverse en un entorno físico tan limitado y hostil desde el punto de vista del dibujo, son virtudes que terminan despuntando como las más adecuadas para reforzar las sensaciones que Lemire quiere transmitir desde el guión.

No os contamos más, creemos que con lo que ya os hemos avanzado es más que suficiente para que, si sois amantes de la ciencia-ficción sólida y de la acción al límite, os agenciéis una copia de la edición española de ‘Snow Angels’. Os prometemos que disfrutaréis tanto de lo que Lemire y Jock plantean que maldeciréis haber tenido que esperar los meses que hayan hecho falta para que Astiberri tenga a bien publicar el cierre de tan apasionante historia. Todo lo bueno se hace esperar. Paciencia.