'Family Tree Vol. 1: Retoño & Family Tree Vol.2: Semillas', omnipresente Lemire

Hay muchos autores que tras pegar el “pelotazo” con alguno de sus trabajos se echan a dormir y viven, de esta manera, con el crédito conseguido gracias a la obra en cuestión. No es el caso de uno de los guionistas y dibujantes más productivos de los últimos años, un Jeff Lemire que no para, su productividad llega a ser abrumadora si atendemos a la cantidad de novedades que ven la luz mes tras mes con su nombre impreso en la portada. Poco importa la editorial elegida para publicar sus obras, el resultado casi siempre suele ser de lo más satisfactorio. Por estos lares también hemos aprendido a apreciar la calidad del de Essex y la práctica totalidad de su obra ha visto la luz en el idioma de Cervantes. Astiberri, como viene siendo habitual últimamente, nos trae este ‘Family Tree’ de la que ya hemos podido disfrutar de sus dos primeros volúmenes (“Retoño” y “Semillas”). Séptima serie que aparece bajo Image Comics y que no puede ser más distinta a todo lo que ya ha publicado dentro de la magnífica editorial.

Aunque, eso sí, no deja de lado algunos de los elementos que tan bien sabe manejar y que hemos podido ver como tema central en otras de sus obras. Tal y como podemos imaginarnos por el título, la familia y la relación entre sus miembros sigue teniendo un peso importante dentro de la trama principal. Una historia que nos va a llevar hasta el pueblo de Lowell (Maine) en el que sus habitantes han pasado a convertirse en árboles debido a una afección de la que poco se conoce. Nos vamos a quedar con Loretta, una madre viuda de dos hijos, el problemático Joshua al que han cogido fumando marihuana en el instituto y la pequeña Meg a la que le están empezando a crecer ramas por el cuerpo. Todo esto crea un sentimiento bastante extraño entre la población, sin saber muy bien si están ante el fin del mundo o algún tipo de mutación entre los seres humanos. El terreno queda preparado para que Lemire disponga las piezas que harán grande a “Family Tree”: familias desestructuradas, ambientes que invitan a la depresión y el héroe imposible, en esta caso, el abuelo Judd.

No va a poder explayarse el autor canadiense como en otras ocasiones puesto que estamos ante una maxiserie de tan solo doce números, una extensión menor de lo habitual que va a obligar a ir al grano, sin demasiadas florituras. Hay que añadir a estas circunstancias la velocidad con la que se van a ir presentando las distintas tramas, alternando escenas de acción con resolución y presentación de incógnitas y secretos como, obviamente, la extraña enfermedad que afecta a la pequeña Meg. Por todo lo planteado hasta el momento, no sería muy descabellado el ver la presente obra dibujada por el propio Lemire, sin embargo nos vamos a encontrar al siempre interesante Phil Hester, un autor que por trazo y planificación de página guarda bastantes similitudes con el guionista. Su estilo dinámico y feísta se adapta a la perfección con el tono angustioso y melancólico del relato, creando el ambiente perfecto para que el lector entre de lleno en el juego. No hay mucho más que podamos añadir, tan solo advertir que esto, tan pronto ha empezado como se divisa su final, a falta de un solo volumen más que, con total seguridad, nos traerá Astiberri más pronto que tarde con su habitual buen gusto a la hora de editar.