‘Sex Criminals Volumen 4: Cuatrorgía’, sigue subiendo

La obra firmada por Matt Fraction y Chip Zdarsky (esta vez como dibujante, que últimamente se prodiga bastante más como guionista) es uno de los ejemplos más claros de lo que puede evolucionar una buena idea hasta convertirse en otra mejor. Sí, es algo que podemos apreciar de manera bastante clara en este ‘Sex Criminals Volumen 4: Cuatrorgía’, la reciente entrega de una seria que, por desgracia, ya tiene anunciado su final en el número 30. Pero no nos pongamos tristes todavía ya que aún nos queda un buen rato de lectura hasta llegar al final del camino. Bien es cierto que hablar de tristeza cuando nos referimos a estos maleantes picantones es algo imposible puesto que el humor y la comedia se han ido apoderando de las páginas de la colección número tras número, hecho que ha influido de manera determinante en la percepción que muchos aficionados tienen de ella y, sobre todo, de la evolución que se mencionaba un poco más arriba, dotándola de nuevos matices.

Por todos es sabido que el roce hace el cariño así que no es de extrañar que, en estas últimas entregas, las relaciones que se han ido forjando entre todos los personajes, sea uno de los motores principales a la hora de hacer avanzar las distintas tramas. Nos encontramos en esta cuarta entrega con una serie de cambios en algunos de los personajes, nada drástico, de hecho la historia principal de la obra no avanza en demasía, dando como resultado un volumen que podríamos llamar de transición, definiendo personajes y entregando un nuevo capítulo en la eterna lucha entre los Criminales del Sexo contra la Policía del Sexo, una batalla en la que conocemos a todos los contendientes y de la que nos hacemos una idea de cómo acabará. Se han enfrentado antes y sabemos cuáles son sus talentos sexuales, algo que nos deja muy pocas incógnitas para ser despejadas.

No queda muy claro, viendo el sentido del humor que gastan cada uno de los autores, el peso que tiene tanto Fraction como Zdarsky en los guiones de la serie. Sí, ambos tienen éxito en los trabajos que firman pero parece que, cuando están juntos en este Sex Criminal, la cosa cambia a mejor y surge esa magia que aparece muy de vez en cuando. Lo que no se puede poner en duda es la gran evolución que el segundo ha demostrado en los lápices, el estilo simpático y agradable de las primeras entregas se ha consolidado y avanzado hasta dejar atrás el ser “tan solo” un ilustrador competente. Se permite el lujo de experimentar y entregar algunas páginas llenas de detalles y calidad gráfica, homenaje a “Criminal” de Brubaker y Phillips incluido y planchas compuestas por sesenta y cuatro viñetas. Ahí es nada. Toca prepararse para enfilar la recta final de la serie, algo que ocurrirá dentro de dos volúmenes aunque habría que advertir que aún no ha aparecido ni un solo número del que será el último, por lo que no se descarta que haya retraso en el canto del cisne. Eso nos deja más tiempo para poder degustar lo que llevamos leído hasta el momento que ni es poco ni malo. Todo lo contrario.

[Grade — 8,50]