Hay ocasiones, muy contadas, en las que sentarse delante del teclado, dejar que los dedos se muevan de manera más o menos veloz por él y verter lo que pasa por nuestra cabeza acerca del cómic, la película o el juego de mesa de turno, no es tarea sencilla. Los motivos, como podréis imaginar, se mueven en un vasto abanico que abarca desde el cansancio mental hasta la dificultad de poner en orden las ideas pasando por la apatía o, como es el caso de lo último de Max, por no ser capaz de decidir si lo que nos ofrece el autor español en esta críptica y metalingüistíca mirada a los engranajes del lenguaje visual, es una puñetera obra maestra o una monumental tomadura de pelo.
Desde que abordé sus páginas hará cosa de un mes largo, el debate interno ha sido constante y fragoroso y ni siquiera ahora, instante en el que escribo estas letras que leéis, tengo claro qué discurso elegir de los dos. Por una parte, y eso es algo que quizás a estas alturas sería de todo punto innecesario afirmar, la manera en la que Max enhebra viñetas, personajes, movimientos y páginas —si hasta me atrevería a hablar de una supra-estructura que cose las 160 páginas— es de una categoría que trasciende todo epíteto de los que uno pueda alcanzar a precisar, y ni siquiera la extrema estilización de formas a la que se somete, minimizando todo gesto que su mano hace sobre el papel, sirve de impedimento para vislumbrar el genio que encierran las planchas.
Pero, por la otra —ay por la otra— es ‘Rey Carbón’ una de esas lecturas en las que pretender «enterarse» de algo es mucho pretender. La sensación de no saber qué diantres está leyendo uno, acrecentada no cabe duda por la ausencia de diálogos y por lo críptico de un conjunto que, con la experimentación como máxima y la libertad estructural como camino a seguir y del que no salirse, tan pronto se nos presenta en términos asequibles y más o menos «normales», tan pronto nos arroja manchas, tramados y nos deja, cuanto menos, patidifusos.
Y en esas estamos, devanándonos la sesera para dilucidar —no sé bien si en un ejercicio de futilidad extrema— si hemos de colocar a ‘Rey Carbón’ en un lugar de honor de nuestra tebeoteca o si, por el contrario, hemos de deshacernos de él a la mayor brevedad posible. Mi instinto me grita que haga lo primero, pero mi razón me advierte que someta al libro a, al menos, un par de lecturas más…a saber quién de las dos terminará ganando el pulso…a saber…
Rey Carbón
- Autores: Max
- Editorial: La Cúpula
- Encuadernación: Rústica con solapas
- Páginas: 160 páginas
- Precio: 16,05 euros en