‘Plutona’, o el arte de perder la inocencia

Cuando todavía estamos en plena fiebre nostálgica de los ochenta debido, en parte, al reciente estreno televisivo de la segunda temporada de “Stranger Things”, nos llega una publicación en la que se intuye cierta influencia de ese género cinematográfico / televisivo que es el de niños con bicicletas. Sí, puede sonar un poco forzado pero solo tienen que echar un ligero vistazo a algunas de las producciones más características de aquella década y podrán percatarse del dato en cuestión. Si a todo esto añadimos un sentido de la aventura mayúsculo y algún que otro ramalazo fantástico, tendremos asegurado un rato de diversión y entretenimiento. Algo parecido es lo que nos vamos a encontrar en la referencia más reciente que la editorial Astiberri dedica al género superheroico, este ‘Plutona’ en el que un inspiradísimo Jeff Lemire (uno de los niños prodigio del actual mercado estadounidense) se saca de la manga una historia de héroes caídos, niños curiosos y algo de mal rollo.

Para todo aquel que conozca la trayectoria del de Essex, sabrá lo mucho que le gusta un guión plagado de situaciones cotidianas, momentos intimistas mezclados con superhéroes, tal y como nos mostró en una de las mejores lecturas de este 2017, “Black Hammer”, creando así un estilo único que sabe manejar a las mil maravillas. En “Plutona” nos vamos a encontrar una pandilla de cinco niños (Teddy, Mie, Diane, Ray y Mike) que viven en el mismo pueblo y van al mismo colegio. Cada uno de ellos representa algunos de los roles que tanto se ven en estas historias, desde el nerd hasta la chica retraída por su físico, como el tipo duro y rebelde que siempre busca problemas. Todos ellos terminarán unidos de alguna manera u otra y serán testigos de una muerte, o más bien, del descubrimiento de un cadáver, el de Plutona, la heroína más conocida y poderosas capaz de defender el entrañable pueblecito.

Este hecho será recibido de formas muy distintas entre los cinco chavales, cada uno de ellos intentarán aceptar las consecuencias de dicha pérdida a su manera. Obviamente, la cosa no es tan simple y todos querrán aprovecharse del infortunio para sacar tajada de alguna manera o de otra. El guión de Lemire cuenta con todos los puntos que lo han hecho el gran escritor que es ahora mismo, la relación que los niños establecen entre ellos, las figuras paternas, los miedos tan propios de esa edad, los paisajes rústicos que no faltan nunca es su obra…Acompañándolo en los lápices tenemos a Emi Lenox (aunque Lemire se deja ver en las páginas introductorias de cada capítulo) cuyo estilo, esquemático y tremendamente agradable, no puede ser más apropiado para el tono oscuro del guión, con unos diseños de personajes muy acertados en los que se puede apreciar cierta influencia manga, siendo el resultado final un deleite para el lector. Astiberri parece haber entrado con muy buen pie en terreno americano, con algunas licencias bastante potentes y autores de primera fila, otorgando una variedad envidiable a todo su catálogo, donde comparten espacio autores y comics de todo tipo. Si esto no es un acierto…
[Grade — 8.00]