‘Perkeros’, los tortuosos caminos del metal

Desde que estoy en esto de los tebeos, muchas han sido las obras que, como Perkeros, giran en torno a la música. Ya sea de una manera u otra (un local de ensayo, la publicación de un disco o simplemente las vivencias de un grupo) el mundo editorial comiquero no ha permanecido ajeno a la hora de mezclar dos mundos tan complementarios como son el de las viñetas y las notas musicales. Panini ha querido aportar su granito de arena para satisfacer a los aficionados de ambas pasiones con la mencionada Perkeros, una obra facturada por un par de autores que demuestran el amor que sienten por ambas disciplinas.

Y eso que no es tarea fácil contar una historia sobre un grupo de metal progresivo afincado en Finlandia, cuna de los sonidos más extremos del heavy metal. Perkeros es el nombre de una banda que intenta abrirse paso en escena musical a base de maquetas y conciertos en garitos de mala muerte. Los primeros pasos siempre son difíciles pero ellos, un cantante tartamudo, un bajista de avanzada edad que siempre está contando batallitas, una teclista sin tiempo para nada y un batería que resulta ser un enorme oso, (sí, un oso de verdad) parece, que quieren hacerlo un poco más complicado.

Quizás es aquí donde radica una de las mejores virtudes de la historia y es esa sensación de que en cualquier momento puede ocurrir lo impensable. Mientras que el grupo busca por todos los medios dar algún concierto, las tramas más alocadas y fantásticas evolucionan de manera paralela creando algunas situaciones bastante desconcertantes (como si tener a un oso aporreando la batería no lo fuera). A todo esto hay que añadir los integrantes de algunos de las bandas con las que se van a cruzar, tipos bastante chalados que hacen gala de un divismo bastante hilarante.

Sin embargo, no todo va a ser música y situaciones demoníacas ya que nos vamos a encontrar con la inevitable historia de amor, muy bien integrada, eso sí, en la línea argumental principal. Estos líos amorosos propiciaran algunas comparaciones con otra obra cuyas mimbres son bastante parecidos: Scott Pilgrim. Inspiración que tampoco se molestan demasiado en ocultar los autores J.P. Ahonen y K.P. Alare, siendo las ilustraciones de este último un reclamo más que importante para la compra del volumen. Un estilo a medio camino entre el euromanga y el cartoon, hacen de sus páginas todo un deleite visual y un disfrute para el lector. Una lectura que se disfruta de principio a fin y que nosotros mismo podemos elegir la banda sonora más adecuada. Rock ´N´Roll!!!!!
[Grade — 8.00]