‘Pablo Arkada: Un Anarka de Marca’, risas subversivas

Hoy lunes 27 de Junio, en plena resaca electoral, pide paso un volumen publicado por La Cúpula de esos que pone el dedo en la llaga, ‘Pablo Arkada: Un Anarka de Marca’. Personaje nacido en la revista El Jueves, cabecera que nutre multitud de tomos recopilatorios como este, y que editoriales como Astiberri/¡Caramba! o esta misma La Cúpula “aprovecha” todo el tirón que tienen. Sabiendo su procedencia, nos podemos hacer una ligera idea de lo que nos vamos a encontrar, parodias ácidas y bastante bestias de algunos de los temas más caldentes de la actualidad.

Oriol Jardí y Raúl Ariño, los responsables de esta subversiva página semanal, no se casan con nadie y todos los miércoles entregan el fruto de una colaboración bastante especial: juntos escriben los guiones, más tarde uno lo dibuja y el otro pone el color. Eso es trabajo en equipo y lo demás son tonterías. Pablo Arkada se podría considerar un comic de denuncia social, un tema que, a poco que se asomen a la ventana de su casa, tendrán fuente inagotable de inspiración gracias a la multitud de historias cotidianas.

¿Qué nos vamos a encontrar a lo largo de las 132 páginas que componen este volumen? Pues todo tipo de tribus que pululan por nuestra sociedad. Desde indignados a punkis de diseño, pasando por anarquistas o niños de papa con ideas bastante arriesgadas y revolucionarias. Una pandilla de lo más variopinta compuesta por antisistemas del siglo XXI cuya filosofía de vida se basa en hacer poco, beber hasta caer sin sentido o cometer algún que otro acto vandálico. Todo ello “justificado” gracias a la corriente ideológica que esté de moda en ese momento.

Habrá lectores que se puedan sentir molestos con las peripecias del amigo Pablo pero, recuerden, el humor es así, no debe tener barreras, tiene que corretear libremente sin censuras y en todo su esplendor, y en eso, los señores Jardí y Ariño, se mueven como peces en el agua. Si todo lo que ocurrió ayer en las urnas te tiene estupefacto y algo quemado, no lo dudes, de cabeza a este recopilatorio lleno de momentos desternillantes porque, al fin y al cabo, el humor lo cura todo. ¿no?
[Grade — 7.50]