Representante inesperado de eso que Image hace tan bien y que unos días atrás comentábamos a colación de ‘Dead Body Road’, los seis números que comprenden este primer volumen de ‘Nowhere Men’ son una precisa y alucinante muestra de la libertad que guionistas y dibujantes encuentran en el sello fundado hace veintitrés años por McFarlane, Lee y compañía. Y si lo he calificado de inesperado es sencillamente porque, cuando su primer número aparece en la parrilla de la editorial, lo hace a la chita callando por más que venga respaldado por un nombre que mucho ha hecho desde aquel 1992 por la editorial. A fin de cuentas Eric Stephenson, su guionista, fue uno de los (i)responsables a los que le debemos esa colección insignia de Image que fue ‘Youngblood’ y, habiéndose apartado en los últimos años del teclado, ha servido a la casa como editor de series tan «poco conocidas» como ‘Saga’, ‘Los Muertos Vivientes’ o ‘Fatale’. En lo que al dibujante concierne, nos encontramos con artista «criado» en el seno de la compañía que ya había trabajado en series de poco relieve y que aquí encuentra acomodo perfecto a su espléndido talento.
Entre ambos y, como decía, sin hacer mucho ruido previo, sorprendieron a propios y extraños hace dos años con una cabecera de ciencia-ficción que mezcla en su seno la vertiente más dura del género con elementos de las acepciones más aventureras del mismo, generando en el proceso un producto único, lleno de lugares en los que el aficionado puede regocijarse y plagado de personajes de esos que, simplemente, MOLAN. A la cabeza de los mismos tenemos a esos cuatro Beatles de la ciencia que son Dade Ellis, Simon Grimshaw, Emerson Strange y Thomas Walker, cuatro visionarios que fundan World Corp. con la firme intención de cambiar las vidas de millones de personas sin ser conscientes de que, en ese proceso, están a punto de darle un giro irreversible a las suyas.
Desarrollada en dos tiempos diferentes y tres líneas distintas, la acción de ‘Nowhere Men’ es de esas que, una vez comienzas a leer, ni puedes dejar, ni puedes permitirte el lujo de perder detalle. El antiguo colaborador de Rob!, que conoce a la perfección los mecanismos para articular una historia atrayente y llena de misterios, convierte a su creación en un singular crisol en el que se dan cita un sin fin de referencias —que no revelaré porque son de esas que vale la pena ir descubriendo poco a poco— que van construyendo una serie que, moviéndose con suma comodidad en todos sus ámbitos, es todo un ejemplo de lo que el género puede llegar a dar de sí en el cómic. Unido al trabajo de Nate Bellegarde, que despunta tanto en la caracterización de personajes como en los diseños de escenarios, que ‘Nowhere Men’ merece toda la atención del aficionado a la ciencia-ficción es tan obvio como afirmar que resulta una lectura imprescindible para el amante del noveno arte.
Esperemos que Bellegarde se recupere pronto del proceso depresivo en el que se encuentra inmerso y que, tras el inmenso parón al que éste ha sometido a la serie, tan genial cabecera vuelva a encontrar su rumbo y su público —hasta dónde yo sé lo tiene más que garantizado— y nos siga desvelando los muchos secretos que se esconden tras las intrigas, científicos con superpoderes y demás elementos cool que encierran las páginas de ‘Nowhere Men’. No os quepa duda, aquí estaremos para volver a hablaros de ella cuando reaparezca.
Nowhere Men volumen uno
- Autores: Eric Stephenson y Nate Bellegarde/li>
- Editorial: Norma/li>
- Encuadernación: Rústica
- Páginas: 184 páginas
- Precio: 18 euros
Me leí el volumen hace unas semanas y aún estoy impresionado. Me encantó. Guión inteligente y de calidad. Dibujo soberbio y un color impresionante.
Sergio: ¿se sabe algo de para cuando la continuación? He investigado un poco por internet y aunque parece que el autor está en ello, no se dice nada concreto.
Pues, como digo en la reseña, ni idea. Sé lo mismo que tú, que está en la voluntad de Bellegarde continuar con la serie, pero poco más.
Espero que Image no tarde mucho en anunciar el regreso de tan espléndida cabecera.