A sabiendas que sólo será cuestión de tiempo que Carles Miralles y sus compañeros de Yermo consigan traer a este lado de los Pirineos las tan ansiadas continuaciones de ‘Lanfeust de Troy’ —lo sé, soy un auténtico plasta con el tema de marras, pero es que la serie original es de las fantasías más frescas e hilarantes que he tenido la oportunidad de leer en mis muchos años de coleccionista de tebeos— los muchos seguidores del fantástico y rico universo imaginado por Christophe Arleston podemos seguir deleitándonos en la exploración que el guionista ha venido haciendo de otros rincones del mismo bajo el emblema de ‘Leyendas de Troy’. Y así, tras ‘Cixi de Troy’ y ‘Tykko del desierto’, la editorial nos traía hace un par de meses ‘Noche Azafrán’, sin lugar a dudas el mejor volumen de la terna y una lectura que rescata para sí mucho de lo que hace a la serie matriz tan grande.
Para empezar, ‘Noche Azafrán’ cuenta con un elenco de personajes a los que enseguida tomas aprecio o detestas profundamente, una virtud que explorada por la pareja de guionistas —a Arleston se le une Melanÿn, como ya pasara con ‘Tykko…’— cobra aquí especial intensidad no sólo en los dos hermanos que aparecen en la portada, sino también en ese fantasma llamado Albumen que da título a los dos álbumes aquí recogidos, en el caballero que acompaña a los protagonistas o, por supuesto, en los hermanos mayores de ambos, el heredero del poder de la baronía de Azafrán y el sibilino segundo vástago del fallecido barón. Todos ellos y alguno que otro más, conforman el perfecto marco sobre el que Arleston hace encuadrar una aventura vibrante, llena de ritmo, giros inesperados y un humor de ese que sólo él sabe hilar. Un marco que, además, queda bellamente terminado por las páginas de Hérenguel.
El artista, al que habíamos visto en otras lides muy diferentes y con otro estilo que nada tiene que ver con el que observamos aquí en la muy estimable ‘Luna de plata sobre Providence’ —también publicada por Yermo— se reinventa casi como heredero de las fórmulas de Didier Tarquin, el dibujante junto con el que Arleston dio pistoletazo de salida al inmenso éxito que para Soleil lleva suponiendo el universo de Troy desde hace casi veinte años: de estilo suelto y caricaturesco y con un espléndido sentido de la claridad narrativa, el trabajo de Hérenguel no hace sino corroborar que el momento de volver a las aventuras de Lanfeust es inmejorable. Sé que me escuchan, y que están en ello, así que desde aquí sólo me resta dar inmensos ánimos a los chicos de Yermo y desear que sigan haciendo las cosas como hasta ahora rescatando unas historias que se leen como si nada, que entretienen a manos llenas y que serán, no nos cabe duda, el perfecto complemento de, ¿lo adivináis? ¡Correcto! ‘Lanfeust de las Estrellas’.
Noche Azafrán
- Autores: Christopher Arleston, Melanÿn y Eric Hérenguel
- Editorial: Yermo
- Encuadernación: Cartoné
- Páginas: 112 páginas
- Precio: 23,75 euros en