Convencido de que así era, iba a comenzar esta entrada haciendo referencia a The Fourth Rail y a que mi primera lectura de ‘Mezolith’, hace ya bastante más de un lustro, fue debida a la recomendación que me encontré en aquella bitácora tan de referencia. Pero hete aquí que la imposiblidad de fechas —The Fourth Rail se mantuvo en pie entre 2001 y 2006, este cómic comenzó a publicarse en 2008— me llevó a hacer un ejercicio de memoria para terminar recordando que fue en otro lugar, más exactamente en las páginas de ‘1001 cómics que hay que leer antes de morir’ de Paul Gravett, dónde fui a dar con una efusiva recomendación que, precisamente, recoge la contraportada de esta edición de Diábolo de su segunda entrega y que afirma sobre la misma, con muchísima razón, que la serie situada hace miles de años en nuestra prehistoria es «una de las novelas gráficas con los dibujos más espectaculares del mundo».
No obstante, Adam Brockbank, su artista gráfico, era diseñador de criaturas para el universo de Harry Potter cuando Dave Flicking, el editor original del cómic en Reino Unido, le propuso un proyecto semanal orientado a niños. Y son precisamente la profusión en el detalle y la genialidad en el imaginario que aquí se genera las cualidades que Brockbank mejor sabe trasladar de su trabajo en el cine a unas planchas asombrosas en todos los sentidos que uno quiera plantearse, desde el narrativo al estrictamente visual pasando por el color, la composición o, por supuesto, el diseño, no ya de los personajes, sino de sus ropajes, complementos y de ese mundo primitivo que, basado en hallazgos arqueológicos reales, Brockbank completa con toda una iconografía ajena preñada de una magia sin par.
Una magia de la que también se hace eco Ben Haggarty a la hora de construir los pequeños relatos que, hilvanados entre sí, construyen el mundo de ‘Mezolith’; un mundo ajeno al nuestro por el abismo que abren los milenios pero que el guionista se encarga de acercar por cuanto, a fin de cuentas, sus habitantes no dejan de ser Homo Sapiens con similares inquietudes a las que, en nuestro estrato más básico, seguimos teniendo hoy, tras tantos y tantos siglos de evolución. Al así hacerlo, al acercarnos a nuestros muy lejanos antepasados, Haggarty nos da, al margen de un entretenimiento de primer orden, ciertas lecciones de humildad de esas que de cuando en cuando no está nada mal echarse encima. Y ya sea por eso, ya porque es un gustazo pasear la mirada por cualesquiera de las planchas que conforman sus dos volúmenes, ‘Mezolith’ se convierte, como ya apuntaba el citado ‘1001 cómics…’, en una lectura que no puedes dejar de lado antes de que la muerte llame a tu puerta.
Mezolith libro 2
- Autores: Ben Haggarty y Adam Brockbank
- Editorial: Diábolo Ediciones
- Encuadernación: Cartoné
- Páginas: 98 páginas
- Precio: 17,05 euros en