Echadle un vistazo a este artículo al que he llegado a través de Ramen para Dos. Se trata de un correcto texto en el que se explica una de las numerosas realidades que planean alrededor del manga en nuestro país. Básicamente se dice que las editoriales están publicando mangas orientados hacia el público femenino cercano a la treintena, sí, había chicas que veían ‘Dragonball’ y han seguido comprando manga hasta ahora.
Esta realidad, como bien dice el artículo, es lógica. Las personas crecen, evolucionan y cambian sus gustos constantemente y es labor del mercado adaptarse a estos cambios y no al revés.
Pero lo que realmente he hecho tras leer este artículo es hacer memoria, ir esos días en los que abría un tebeo (entonces a todos los llamábamos así) con el único fin de ver los dibujos de las viñetas. Luego he vuelto al presente y le he echado un vistazo a mis estanterías para ver lo que había cambiado, y ha sido mucho.
La edad no perdona, hay que admitirlo, y aunque leamos cómics para no sentirnos como adultos estos también leen cómics, manga, álbumes europeos y cualquier página con viñetas. Los gustos cambian a la fuerza, me niego a creer que alguien que leía Mortadelo y Filemón a la edad de diez años siga encontrándole la misma gracia a la obra de Ibáñez sin descubrir que casi todas las situaciones se repiten una y otra vez.
Es por eso que me gustaría que hicierais memoria y comentarais qué es lo que leíais antaño (aunque sólo fuera hace dos años) y que leéis ahora. ¿Qué ha cambiado? ¿Cuál es la causa de ese cambio? Normalmente la causa no tiene una explicación concreta, simplemente el cansancio típico que se sufre por una historia no orientada hacia nuestra edad.
Para crear ejemplo contaré mi historia. No recuerdo exactamente cuál fue el primer cómic que leí, pero supongo que sería algo de Ibáñez (‘Mortadelo y Filemón’, ’13 Rue del Percebe’, ‘Chicha, Tato y Clodoveo’, etc), Escobar (‘Zipi y Zape’, ‘Carpanta’) o Jan (‘Super López’), los cuales devoraba a dos manos. De ahí pasé al cómic europeo con grandes clásicos como ‘Asterix’, el soberbio ‘Tintín’, ‘Spirou y Fantasio’ o ‘Percevan’.
El siguiente paso creo que es común a mucha gente, llegó ‘Dragonball’ y con él el escándalo y el tsunami del manga y el anime, al que caí rendido. La propia ‘Dragonball’ con sus distintas secuelas, ‘RG Veda’, ‘3×3 Ojos’ y ‘Alita’ entre otros se convirtieron en mis nuevos ídolos, a los cuales sigo adorando. Del Shonen facilón pasé progresivamente al Seinen (y al Hentai) aunque sigo comprando Shonen si me es interesante, y actualmente no le hago ascos a casi ningún género manga, aunque el Shojo y el Yaoi no son lo mío.
El remate final que me coloca en mi situación actual fue DC. Ya antes había tenido contacto con el cómic USA (algo de ‘The Punisher’, ‘Transformers’) pero fue mi fijación por Batman lo que me llevó a adentrarme en el género de superhéroes puro y duro, el cual creo que DC representa a la perfección.
Creo que me extendido demasiado, así que cedo la palabra a mis compañeros y al resto de vosotros. Venga, viajad al pasado y recordad que páginas sostenían vuestras pequeñas manos de niño (o niña) ilusionado y cuáles sostienen ahora.
Rodrigo Fernández: En mi caso de pequeño leía mucho “Mortadelo y Filemón” que me encantaba y me sigue pareciendo genial. También tengo la colección completa de Tintín y de Asterix y Obelix, me encantaba leer Mox en el Peque País creo que se llamaba. En la actualidad me mola más el manga, historias más clásicas o cyberpunk e historias de mechas. En general prefiero los tomos únicos o series de no más de 5 tomos más que las colecciones interminables.
Jaime Valero: Como casi todos, yo empecé devorando Mortadelo y Filemón, Zipi y Zape, y compañía. Los suplementos infantiles de los periódicos (fundamentalmente, los de El País y ABC) también eran una importante fuente de lecturas, y de hecho, en el Gente Menuda leí mis primeras páginas de Spiderman. Sobre los 8 o 9 años empecé a meterme en el cómic americano, principalmente a través de los X-Men (que por entonces guionizaba Fabian Nicieza en la edición de Forum); y por esa misma época empecé a engancharme al manga con Dragon Ball. Actualmente, leo casi todo lo que cae en mis manos, y la principal diferencia es que he aprendido a apreciar más el cómic europeo y también el underground yanqui, que tratan temáticas más adultas que de cani directamente ni te enteras.
Albertini: Me ahorraré la obviedad de decir que de pequeño leí muchos Mortadelos, Zipi y Zapes, Tintines y Asterixes. Practicamente mi historia coincide con la de Jaime Valero solo que no empecé con la etapa de Nicieza de X-Men, sino que un poco más tarde con la etapa de Joe Kelly, Steven T. Seagle, Chris Bachalo, Carlos Pacheco y Germán García una etapa bastante maja que servía de día después de Operación Tolerancia Cero, el evento mutante del 98 español, y el juicio de Gambito. Poco a poco y a lo largo de los años fui consiguiendo hacerme una colección bastante maja centrada, sobre todo, en la línea mutante, aunque no han faltado 4F, Vengadores, Spiderman, Daredevil, Capitan América… ahora leo, además de mi ración pijamera, algunos álbumes de europeo así como obras del underground americano.
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