‘Marvel Gold Patrulla-X Original Vol. 2: ¿Quién Desafía a los Demi-Hombres?’, raíces mutantes

Mutantes. Una de las parcelas editoriales que mayor fama y lucro le ha proporcionado a La Casa de las Ideas desde que hace ya la tira de años se pusiera en circulación al denominado Homo Superior. Unos seres con poderes que luchaban con los villanos de turno y, de paso, tenían que aguantar un trato vejatorio e insultante por parte de los humanos a los que protegían. Menudo drama. Lo interesante del invento es que, gustos a parte, la cosa funcionó en su día y han pasado las décadas, y lo sigue haciendo. Ahora mismo, en los USA, nos encontramos con una miniserie (Extermination) que supondrá la enésima revolución y reseteo de la franquicia. Es algo lógico y normal que, un grupo tan numeroso y cambiante de personajes, tenga que ser renovado cada cierto tiempo, de esta manera, el autor al que le toque hacer lavado de cara, podrá elegir su formación entre un casting de héroes que puede llegar a apabullar al más pintado.

Para un servidor, las décadas de los setenta y los ochenta (con algo de los noventa) supusieron el punto álgido de las colecciones X, ya saben, por aquello del gen extraordinario, no piensen nada extraño. Chris Claremont, John Byrne, Paul Smith, Dave Cockrum, Marc Silvestri, Jim Lee…el listado de nombres propios es bastante largo e importante. Sin embargo, mucho antes que todos ellos, hubo una etapa repleta de buenos momentos en la que se fueron poniendo los cimientos de lo que son los X-Men actuales, unos tebeos mucho más sencillos que los actuales pero que ya encandilaban a la muchachada que buscaba nuevas experiencias en las viñetas. Nosotros podremos disfrutar de ellos gracias a Panini que, siguiendo con su política de recuperación de material clásico (no sabemos ya desde cuándo van encadenando acierto tras acierto), nos ofrece este ‘Marvel Gold La Patrulla-X Original Volumen 2: ¿Quién Desafía a los Demi-Hombres?’, un material delicioso cuyo valor histórico está fuera de toda duda.

Casi seiscientas páginas de gloria tebeística en las que no falta absolutamente de nada, en cuanto a historia y personajes se refiere, algo que también se puede hacer extensivo a los créditos de los comics contenidos en el grueso volumen. Para empezar, la formación compuesta por Cíclope, El Hombre de Hielo, El Ángel, La Bestia y La Chica Maravillosa, siguen enfrentándose a todo tipo de nuevas amenazas. Villanos como El Mímico, Banshee, El Súperadaptoide, Polaris, El Brujo, El Hombre de Cobalto, Juggernaut, Mekano, El Monstruo, El Subhumano, Magneto, La Hermandad de Mutantes Diabólicos, El Cuervo Rojo…Podríamos seguir un poco más, incluso nombrar a algún héroe descarriado que se dejará ver por aquí como pueden ser Spiderman o Los Vengadores, pero ya se pueden hacer una ligera idea de lo que nos espera. A nadie se le escapa que personajes como Juggernaut, Banshee o Polaris tendrán un papel fundamental con el paso de los años en la historia mutante más moderna.

Pero, tal y como hemos mencionado un poco más arriba, los cambios llegan también a la parte puramente artística, ya que se produce un relevo tanto en guión como en dibujo. Si hasta la fecha habíamos podido disfrutar del trabajo de Stan Lee y Jack Kirby, poco a poco vamos a ser testigos de la aparición de nuevos nombres como Garry Friedrich, Arnold Drake, Jerry Siegel o el siempre efectivo Roy Thomas que, consiguió firmar una etapa memorable, llena de momentos y personajes míticos. También tendría El Rey su buen listado de sucesores, gente como Werner Roth, Jack Sparling, Dan Adkins, Ross Andru, Don Heck, George Tuska, Jim Steranko y Barry Smith. Todo un grupo de autores de primera categoría que pondrían su granito de arena para intentar hacerse notar entre “La Trilogía de Galactus” o la búsqueda del alma de Hércules (tal y como explica Roy Thomas en la introducción). No sabemos si al final lo conseguiría, lo que podemos afirmar sin miedo a equivocarnos es que estamos ante un volumen imprescindible dentro de la historia de Marvel, unos tebeos que aportan relatos necesarios para poder entender la Edad Moderna de unos personajes que no dejan de crecer con el paso del tiempo y que, visto lo visto, no sabemos hasta cuándo estarán dando guerra. Por mi, que no paren.
[Grade — 10.00]