Precedida por muchas voces que la alaban hasta decir basta, he de caer en el juego de palabras facilón y afirmar, de partida, que esta muy ambiciosa puesta en escena de todo lo que rodeó a la creación del terrible ingenio que asoló Hiroshima y Nagasaki hace setenta y seis años es, una BOMBA en todos los sentidos. Tanto, que lo que encontramos a lo largo de sus casi 500 páginas se alza ya indiscutible como una de las LECTURAS de este 2021; un compendio de saber narrar y saber acercar las complejidades de la historia que muchos autores de los que navegan por los cenagales de la misma deberían tener como manual antes de plantearse cómo acercar a sus potenciales lectores cualquier episodio de nuestro pasado.
Eso no implica, ni mucho menos, que ‘La bomba’ sea una lectura fácil. Antes bien, diría que, más allá de su obvia extensión, acercarse a ella no es algo que pueda hacerse de una sentada o pretendiendo beberse sus páginas en modo «atracón»: lo que plantean aquí Didier Alcante, Laurent-Fréderic Bollée y Denis Rodier requiere de paciencia, de encontrar el momento idóneo, ese carente de distracciones que todos tenemos en algún instante del día y en el que sólo existimos nosotros, nuestro asiento y el volumen que tenemos entre las manos. Sólo así, en condiciones de total calma y relajación y con nuestros cinco sentidos puestos en el enorme volumen, podremos dar óptima cuenta de unas páginas que, desde que las abrimos hasta que las cerramos de manera definitiva, nos plantean una inmersión total en todos los pequeños y grandes acontecimientos que llevaron a aquel funesto día que tanto cambió la historia de la humanidad.
Hasta entonces, hasta la alucinante puesta en escena del bombardeo de Hiroshima, lo que la terna de autores postula es una aproximación multi-facetada a un acto de creación en el que confluyeron muchos y variados frentes, con el militar y el científico a la cabeza y las dos direcciones en las que, llegado el momento, la bomba H podría haber seguido. No escatimando en introducir a todos los nombres que hace falta para entender el enorme caleidoscopio que fue la creación de Little Boy y Fat Man, los dos proyectiles que, en espacio de tres días, arrasaron las dos ciudades niponas y que, hasta hoy, siguen siendo los dos únicos ingenios nucleares que la humanidad ha usado en tiempo de guerra, Alcante y Bollée han pasado años documentándose para alcanzar un nivel de compromiso con la traslación de los hechos que ríase usted del más multi-premiado documental y no hay página en ‘La bomba’ que no aporte algún dato de interés u obvie el presentar a alguno de esos nombres que han quedado grabados a fuego en la historia del s.XX. Nombres como los de Fermi, Oppenheimer, Szilárd, Wigner, Einstein, Roosevelt, Truman…y muchos más, sobrevuelan un relato planteado y ejecutado con tanto genio que, con la de libros que servidor lleva incorporados a su mochila sobre la Segunda Guerra Mundial, este se ha convertido, sin dudarlo, en uno de los tres mejores.
Clara responsabilidad de ello descansa sobre la manera en que, aún teniendo que estar presentándonos constantemente a tantos y tantos personajes, el avance de la lectura de ‘La bomba’ nunca se vuelve confuso ni embrollado. De hecho, si de una cualidad puede hacer gala el volumen publicado por Norma es de ser cristalino y de una elocuencia suma en cómo expone los hechos y en la forma en que estos van ligándose unos con otros, sin que en ningún momento tengamos la sensación de pérdida que, por costumbre y como suele ser norma en el tebeo historicista, aquejan muchos de los títulos que, al cabo del año, pasan por nuestras manos de dicho género narrativo.
Esa claridad de ideas, que casi parece una apuesta personal de los autores, una barrera infranqueable que nunca llega a trasvasarse y que habla, por sí sola, de la incuestionable solidez del trabajo de los guionista, termina impregnando también, y de qué manera, a lo que a Denis Rodier compete, cuajando el artista con sus planchas en blanco y negro el mejor escaparate posible para lo que se nos cuenta: buscando el máximo parecido en todos los actores, pero sin llegar nunca al hieratismo que supone la referencia fotográfica directa, no cabe duda alguna, atendiendo a lo que vamos viendo conforme la historia avanza, que Rodier se ha tenido que documentar tanto o más que sus compañeros de equipo, confiriendo dicha documentación al conjunto un hálito de verismo asombroso que se conjuga con una extraordinaria precisión narrativa capaz de incorporar grandes gestos en forma de planchas completas o dobles planchas —insisto en que el despliegue final le deja a uno BOQUIABERTO— sin que, como suele ser habitual en el mundillo yanqui, dichos gestos sean percibidos como vacíos de contenido y ajenos a las necesidades de la narración.
A todo esto todavía podríamos sumar decisiones tan curiosas en principio pero brillantes a la postre como la elegida para dar voz en off a todo el conjunto, o la inclusión del amplio dossier final que nos zambulle en el largo y apasionante proceso creativo que se encuentra detrás de ‘La bomba’, …y aún nos haría falta más espacio para continuar deshojando los infinitos pétalos de esta magna obra que, insistimos, volveréis a encontraros a finales de año en nuestra selección de lo Mejor de 2021…y quién sabe si, también, en la cuarta edición de los Premios Fancueva. MAGISTRAL.
La bomba
- Autores: Didier Alcante, Laurent-Fréderic Bollée y Denis Rodier
- Editorial: Norma Editorial
- Encuadernación: Cartoné
- Páginas: 472 páginas
- Precio: 39,95 euros