‘Invisible Kingdom Volumen 1: En el Camino’, con la Iglesia han topado

Pues ya tenemos entre manos la primera entrega de la que, en mi humilde parecer, va a ser uno de los sleepers del año. Ha sido Astiberri la que se ha llevado el gato al agua en hacerse con los derechos de publicación en nuestro país de ‘Invisible Kingdom Volumen 1: En el Camino’, el pistoletazo de salida de una space opera donde acción y crítica social van de la mano para dar como resultado una lectura de las que nos obliga a abrir los ojos. La editorial con sede en Bilbao se metió de lleno en el comic independiente americano con bastante buen tino, seleccionando con sumo cuidado las obras por las que apostaría. No solo puso el punto de mira en ese mar de páginas que es Image Comics, sino que también se decidió por Berger Books, el sello creado para Dark Horse por la editora ex – Vertigo, Karen Berger. Solo hay que añadir dos nombres como son los de G. Willow Wilson y Christian Ward para que este Invisible Kingdom se convierta en lectura obligada.

El relato que la escritora Willow Wilson cocina a fuego lento contiene todos los ingredientes que la han aupado hasta lo más alto de la industria gracias a sus trabajos en “Air”, “Cairo” o “Ms. Marvel”. Una misma historia que se irá desarrollando gracias a dos tramas distintas que tienen lugar de manera paralela, dos personajes femeninos bien diferenciados entre sí y cuyos caminos convergen hacia un punto en común. Por un lado tenemos a Vess, una joven perteneciente a una raza en extinción que decide “darle la espalda” a los suyos para entrar en la Iglesia de ese universo y abrazar al religión imperante en el lugar. Por otro nos vamos a encontrar con Grix, una piloto que trabaja para Lux, la megacorporación por la que pasa todo el comercio existente. Las dos parecen llevar una vida más o menos tranquila hasta que descubren ciertas irregularidades económicas por parte de la todopoderosa Lux, cifras que no terminan de cuadrar y ante las que tendrán que decidir si ignorar lo que han visto o intentar arrojar algo de luz al asunto.

Religión, mantener unos principios, pasado vs presente, camadería, amistad o respeto. Estos son algunos de los conceptos que la guionista nacida en Nueva Jersey maneja e introduce de manera sutil y acertada en una trama puramente sci-fi, imprimiéndole un ritmo pausado cuando tenemos a Vess como protagonista, y algo más frenético cuando es Grix quien se ocupa de hacer avanzar la narración. Eso sí, una vez que ambas tramas se funden en una sola, el resultado obtiene lo mejor de ambas dos, siendo toda una gozada el poder disfrutar de los dos personajes compartiendo escenario. Lugares, galaxias y universos nacidos de la prodigiosa imaginación de un Ward en estado de gracia. El ilustrador que ya dejara huella en otros títulos del mismo género como fueron “Rayo Negro” para Marvel y “Ody-C” para Image hace un trabajo soberbio a la hora de crear desde cero unos diseños de personajes y paisajes que recrean a la perfección un ambiente futurista y peligroso. Su trazo suelto y dinámico hace que nos sintamos familiarizados con todo lo que se despliega ante nuestros ojos desde la primera viñeta, algo que solo está al alcance de los mejores. Todas las páginas parecen gozar de un “tratamiento” gráfico especial que las hace únicas, desprendiendo una sensación de poesía onírica que nos atrapa y ya no nos suelta hasta finalizar el volumen. Empieza con muy buen pie una serie que promete darnos muy buenos momentos. Ansiosos estamos esperando una nueva entrega.

[Grade — 8.50]