Ocho volúmenes a lo largo de cuatro años, esa es la promesa con la que, allá por enero, Dibbuks comenzaba a ofrecernos ‘Infinity 8’, una extravagante y alocada serie de ciencia-ficción comandada por Lewis Trondheim que, de aquí a 2021, irá cambiando de equipos artísticos para que cada álbum tenga una semblanza diferente: firmado siempre a cuatro manos en los guiones, y siendo las de el artífice de ‘La mazmorra’ las únicas constantes a lo largo del viaje de la nave estelar que da nombre a la serie, ‘Infinity 8’ contaba en su arranque con la ayuda de Zep a la historia y Dominique Bertail en el dibujo para ofrecer una primera aventura que ya dejaba muy claro el tono desenfadado y de clara tendencia al humor que, continuando en esta segunda entrega, parece que será la tónica reinante de la propuesta.
Otra de las constantes que se nos antoja característica fundamental de ‘Infinity 8’ por mucho que con sólo dos volúmenes sea arriesgado afirmarlo, es que su protagonista principal vaya a ser siempre una de las agentes que trata de mantener el orden en una nave que alberga a casi un millón de almas de más de doscientas cincuenta especies diferentes. Un trabajo nada fácil que en ‘Amor y cadáveres’ nos presentaba a Yoko Keren y a sus intentos de buscar un donante de esperma idóneo a la par que trataba de mantenerse con vida ante una amenaza que ponía en peligro a toda la población del vehículo espacial y que ahora, en ‘Regreso al Führer’, hace lo propio con Stella Moonkicker, una joven que tendrá que hacer frente al alzamiento del Cuarto Reich y al más que posible exterminio de todo aquello que se oponga al ideal de pureza aria del mismísimo Adolf Hitler.
Lo curioso del desarrollo de la idea de partida, no es tanto que la cabeza criogenizada de Hitler termine en un robot capaz de armar la marimorena a bordo del Infinity 8, que también, sino el hecho de que, con el paso de los siglos, el movimiento nacionalsocialista que Trondheim y Olivier Vatine pintan antes de la aparición del temible dictador alemán, sea completamente antitético al que casi sepulta al mundo en una era de oscuridad durante la Segunda Guerra Mundial. El choque de idiosincrasias que uno y otro extremo provoca, tratado con un espléndido sentido del humor por la pareja de guionistas, provoca no pocos momentos hilarantes que, sumados a la espléndida componente de ciencia-ficción —desplazamientos temporales incluidos— y, por supuesto, al dibujo de artífice de ‘Aquablue’ o ‘Niourk’, hacen de este segundo volumen de ‘Infinity 8’ toda una agradable lectura de esas que deja con una sonrisa en el rostro.
Infinity 8. Regreso al Führer
- Autores: Lewis Trondheim & Olivier Vatine
- Editorial: Dib-buks
- Encuadernación: Cartoné
- Páginas: 96 páginas
- Precio: 19 euros en