'Imbatible', no olviden superviñetizarse

Aunque siempre saldrá el listo que hable de las raíces pulp, el invento del género superheroico es prácticamente el único que puede presumir de haber nacido en el seno del noveno arte. Pero si hablamos de los poderes de nuestros queridos superhéroes y superheroínas podríamos decir que son herederos del mundo de la mitología (clásica o no…no olvidemos que en el ajo incluso anda algún dios nórdico) y toda la rica tradición de la literatura fantástica. Sin embargo aquí llega el francófono ‘Imbatible‘ para marcar la diferencia. Un cómic que da una nueva dimensión a la ruptura de la cuarta pared, esa a la que nos han acostumbrado personajes como Deadpool o Hulka, a través de un héroe cuyas habilidades beben del control de los recursos del arte secuencial.

Imbatible es una persona normal, con una vida rutinaria que incluye actividades como hacer la compra o comer los domingos en casa de su abuela. Aunque no se trata de algo que haga bajo una identidad secreta sino ataviado con antifaz y capa, para disgusto de la Edna Moda de turno. Pero Imbatible es un héroe con todas las de la ley, capaz de romper las barreras de los márgenes de las viñetas y moverse como pez en el agua entre ellas para sorprender a sus enemigos con su dominio del tiempo y el espacio. Incluso cuando a veces el asunto le salga rana. Y sus némesis irán evolucionando del científico loco de manual a personajes a la altura del protagonista, como un jubilado capaz de atacar con sus bocadillos (los de hablar, no los de comer) o de atravesar las páginas de una cara a otra. Por no hablar de secundarios como el gendarme Juan Pedro, un sidekick capaz de manipular las dos dimensiones o el alcalde, cuya ambición le hacen más enemigo que aliado del protagonista, por mucho que él piense lo contrario. Todos ellos hacen de esta una obra costumbrista que riza el rizo del fantástico hasta llegar a su cúspide mandando a nuestro protagonista al mundo real, en una pirueta que clava el aterrizaje.

Acercarnos a ‘Imbatible‘ por primera vez nos puede hacer creer estamos ante un mero cómic de humor orientado a los más pequeños de la casa. Y aunque esto no deje de ser cierto (no en vano se publicó por primera vez en la revista ‘Spirou‘) este cómic es mucho más. ‘Imbatible’ es un delirio de composición de páginas, en el que hasta uno de los villanos puede destruir la esquina de una de ellas con su rayo destructor, y en el que el ojo del lector se convierte en cómplice de unos poderes incomprensibles para el grueso de los personajes. El fruto dorado de una idea simplemente genial, que irá evolucionando de las historietas de una sola página a auténticas sagas hasta llenar los tres álbumes que se han publicado hasta el momento. Leer una única aventura de nuestro superhéroe es quedar enganchado con una originalidad cuya fuente de poder no es ni más ni menos que el cómic mismo.